Yo soy más de libros que de cine. Así que no sé por qué no escribo aquí más de libros. Supongo que porque siempre he pensado que los libros son cosa más seria y que para hablar de ellos hay que ponerse serio. Tengo cuadernos de los años de universidad llenos de resúmenes de libros. Tengo ficheros llenos de citas de libros. Por entre carpetas y papeles a veces me encuentro con la reseña de algún libro escrita como si fuera a publicarla en algún periódico o revista cultural. Y en no pocas ocasiones me he llevado una sorpresa al encontrar en la última página de algún libro que no recordaba haber leído, una reseña del mismo. O cuando menos, una nota.
Hace unos años descubrí que los libros no siempre son serios. Que son un producto cultural. Un negocio. Es decir, que la mayor parte de las veces son un timo. De unos años más atrás recuerdo un momento en que me sorprendí a mí mismo al sentir desdén por los libros. En la editorial de Archipiélago tenían estanterías enteras llenas de libros remitidos gratuitamente por las editoriales para que les hicieran alguna reseña. Podía llevarme el que me diera la gana. Casi me dio un mareo al recordar que en los años de universidad era costumbre robar libros porque no teníamos dinero para comprarlos. Ahora -pensé con cierta sensación de vértigo-, me los daban todos gratis y no los quería.
Vale. Estoy leyendo (entre otras cosas) POESIA, de MICHEL HOUELLEBECQ. El otro día pregunté a mis alumnos qué libro estaban leyendo y me miraron como si fuera un marciano. ¿Libro? ¿qué es eso? Cuando cogí del mostrador la POESIA de MICHEL HOUELLEBECQ, el librero (progre) me dijo ¿pero qué cosas compras? Me disculpé como un idiota diciendo que lo hacía por fetichismo. No entiendo por qué mucha gente inteligente que conozco desdeña a Houellebecq. Debe de ser una pose.
De Houellebecq lo he debido de leer casi todo. Al menos lo traducido al español. De todos sus libros, mi preferido es POSIBILIDAD DE UNA ISLA. Me levanto a buscarlo en las estanterías para ver si escribí alguna nota en la contraportada pero no lo encuentro. Se lo he debido de dejar a alguien y no lo recuerdo. Ya me lo estáis devolviendo; me gustaría releerlo otra vez. Ahora me gusta más releer que leer nuevo.
Pero vamos con POESIA. Yo nunca he sabido leer poesía. Como tampoco ver una exposición de cuadros. O un museo. La gente suele entrar a las salas de exposiciones o a los museos y se para en el primer cuadro. Yo, por el contrario, echo a correr. Me jacto de ser el visitante de exposiciones y museos más rápido del mundo. Con la POESIA de Houellebecq creo haber aprendido al fin a leer poesía. Hoy me leído en poco menos de una hora más de ciento y pico páginas. Porque he tenido que interrumpir para ir al water que si no me acabo el libro. Es divertidísimo leer poesía de un tirón. Tan divertido como ver una exposición o un museo a paso rápido.
Me da que con este libro de Houellebecq he descubierto que la poesía no es algo que está en el libro sino que estuvo en el escritor en el momento de escribirlo o en el lector en el momento de leerlo. Dicho de otra manera, la poesía son como unas gafas de sol que te pones para ver las cosas de otro color. O unos auriculares para andar por la calle oyendo música y aislándote del mundo. La poesía son las letras sin sentido de las canciones que escuchas en inglés, solo que la música se la pones tú.
Aparte de eso, el libro comienza con unas instrucciones para ser poeta que he releído ya tres o cuatro veces antes de echar a correr por entre los poemas. Son unas instrucciones en general bastante poéticas porque la mayoría de las cosas no se entienden. Pero entre las cosas ininteligibles hay versos clarísimos. Por ejemplo estos:
El primer paso de la trayectoria poética consiste en remontarse al origen. A saber: al sufrimiento.
Todo sufrimiento es bueno; todo sufrimiento es útil; todo sufrimiento da sus frutos.
Creed en la identidad entre lo Verdadero, lo Bello y lo Bueno
Vuestra misión más primordial es la de profundizar hacia lo Verdadero.
Conocéis el Bien, conocéis el Mal. No renunciéis a separarlo; no os dejéis liar por la tolerancia.
La verdad es escandalosa.
No podéis amar la verdad y al mundo. Pero vosotros ya elegisteis.
Os invito a conservar el ánimo.
A medida que os aproximáis a la verdad, vuestra soledad aumenta.
Entre los poemas creo haber visto también pinceladas muy bonitas. Seguramente vuelva a ellas cuando acabe de ver la exposición. Por el momento ya he puesto un libro en este blog. Para que no sean todo películas, viajes, discos o malas noticias.