sábado, 26 de noviembre de 2016

862. MURIÓ SIN QUE LE MATÁRAMOS



La muerte es grande siempre, decía Steve Jobs en su famoso discurso de Stanford, porque nos hace vivir mucho más el día a día. Pero qué grande es la muerte también cuando se lleva a la gente que ha matado y humillado tanto. La muerte que nos libra de matar. Como muy bien dice este ejemplar artículo de Libertad Digital, hoy es un día para celebrar a todos los que murieron y le sufrieron en sus carnes; y añado yo: a la gente que no mató al que por fin ha muerto. Por eso, en vez de poner la ilustración del muerto, que la historia y los hombres justos condenen para siempre, vaya ahí arriba el panel de algunos de los rostros que le sufrieron en toda su crueldad, y que el incansable Juan Abreu trata de homenajear con su pintura.  

sábado, 12 de noviembre de 2016

861. LEONARD COHEN Y ESPAÑA






¡Santo cielo! ¡qué discurso! Y que se haya tenido que morir este hombre para que me llegase su palabra así de clara y bella. En este blog había ya cuatro post dedicados a Leonard Cohen (click en etiquetas) pero es con la quinta con la que le cae el título y honor de HEROE SPYPNIC. Porque todo aquel que hable bien de este país llamado SPAIN en el que ya no cree casi nadie, va a tener muchos puntos spyp.


martes, 8 de noviembre de 2016

860. MELCHOR RODRÍGUEZ GARCÍA



Nuevo héroe SPYP. Manda narices que hayamos tenido que llegar al 2016 para enterarnos del relato de su heróico valor para poner fin a las sacas de Paracuellos y enfrentarse personalmente a las turbas que querían linchar a los presos de la cárcel de Alcalá de Henares después de un bombardeo franquista. Eso lleva a pensar... que en las sacas de los franquistas pudo haber también muchos héroes que pararon a los fascistas más sanguinarios. Y que de ellos jamás se sabrá nada. El domingo pasado le contaba a un amigo el estremecedor relato del cautiverio en Barcelona de un tío mío, prisionero en la batalla de Teruel, y a tenor de mi narración comentó que la batalla del relato de la Guerra Española del 36 sigue abierta. Muy abierta. Los relatos más humanos, los relatos sin odio, los relatos sin el prejuicio de arrimar el ascua a tu sardina están por contar, aunque... la mayor parte de quienes los podían contar se hayan muerto ya. Puede que las segundas o terceras versiones no sean tan fidedignas como las de los protagonistas, pero conviene recordar que la altura moral de un relato no sólo está en el contenido de la historia que se cuenta, sino en la fibra moral del narrador.