Mostrando entradas con la etiqueta Patricia Clarkson. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Patricia Clarkson. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de diciembre de 2013

683. GOOD NIGHT, GOOD LUCK * - 2005 - GEORGE CLOONEY



Estamos atravesando una racha de malísimo cine. Tengo en cartera cinco pelis que no pasan de una*  estrella spypcin, así voy a quitármelas de enmedio sin ninguna contemplación.

La primera de ellas, GOOD NIGHT, GOOD LUCK, del guapo CLOONEY en el 2005, que mejor que haga de guapo que de director. Rodada en blanco y negro y con todos venga a fumar a mayor glamour de la época, quiere contarnos que el periodismo no sólo llegó a ser bueno sino hasta heróico. Pero la imagen de un atildado DAVID STRATHAIM da más dentera que confianza, así que no hay nada que hacer.


El resto de personajes son tan secundarios que ni siquiera se sabe de qué van. Y como todos son hombres en la redacción del periódico, para darle un poquito de color, Clooney pone a nuestra querida piscóloga PATRICIA CLARKSON (v sPyP n 676 ) a mayor deslucimiento de sí misma. 


Una estrella* sPyPcin por intentar contar el enfrentamiento entre la cadena CBS y el célebre senador caza de brujas MacCarthy. Si os sobra el tiempo la podéis ver para mejorar vuestro inglés, pero si necesitáis megas en el disco duro, la podéis borrar tranquilamente. 


domingo, 17 de noviembre de 2013

676. LARS AND THE REAL GIRL ** - 2007 - CRAIG GILLESPIE



¿Una película blandurria y tontorrona con dos** estrellas sPyPcin? Pues sí. ¿dónde está el truco? en la línea de arriba de la carátula: cinco actores que crean unos grandísimos personajes. Cinco personajes también bastante blandurrios y tontorrones, pero eso es lo de menos. El cine tiene su grandeza en la invención de personajes a través de una historia. Y en ese sentido da igual que la historia sea tonta y que los personajes lo sean también. Lo importante es haberlos llegado a construir y CRAIG GILLESPIE creó en LARS AND THE REAL GIRL (2007) cinco personajes de antología. Magia del director o de los actores, no lo sé, pero cada vez que vemos una película así no dejamos de dar vueltas al truco: casting, casting, casting...


La idea del guión es graciosa, pero en cuanto queda expuesta y se va extendiendo la complicidad de todo el pueblo con la rayada de RYAN GOSLING, la película se atasca y la historia se torna fábula. Mira que me caen mal a mí las películas en que todo el mundo es malo, pero estas en la que todo el mundo es bueno..., no sé si son peor.


Pero el caso es que EMILY MORTIMER lo borda como mujer amor. Y  PAUL SCHNEIDER, lo mismo.


KELLY GARNER va aún más lejos en lo de la ingenuidad femenina, pero esto es América, y si no es así, vamos y nos lo creemos, que es muy bonito. 


¿Y qué no podemos decir de la doctora PATRICIA CLARKSON? Pues que sólo con sus gestos y actitud se podría arreglar el problema de la salud pública en Estados Unidos y en el resto del mundo. ¡Qué personaje!


Una de las cosas que me llamó la atención desde el comienzo de la película es la manía del director por poner charcos de nieve falsos. Lo mismo alrededor de la casa que en el bosque. Debe de ser que la nieve nos recuerda la navidad y lo endulza todo. 

Aunque para almíbar, lo de cerrar suavemente puertas de habitación en la noche con la cálida luz de las lámparas. Ni sé la de veces que usan el recurso de marras para ver si nos entra la modorrilla. 

En fin, el problema del éxito de estos casting colectivos es que las actrices no pueden llegar a diosas. Ninguna de las tres, EMILY MORTIMER, PATRICIA CLARKSON o KELLI GARNER, llegan a enamorar. Y tampoco creo que a las chicas de ahora (¡tan malas ellas!) les lleguen a hacer tilín la demencia de RYAN o la blandenguería de PAUL. Pero todos son tan majos que ójala fueran nuestros vecinos, nuestros médicos o nuestros compañeros de trabajo. 

No sé si yo me apuntaría a un mundo así, pero lo que está claro es que CRAIG GILLESPIE, este australiano de corta filmografía metido en series, lo ha pintado con los colores apropiados. Y con la gorra.