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miércoles, 9 de enero de 2013

515. MONSIEUR HULOT, HEROE SPYP



La galería de HEROES SPYPNIC va en aumento y pronto tendrá un índice propio en la columna derecha de este blog. Recordemos al primero, Bob Dylan, por su justa correspondencia con los periolistos, o a Demetrio Guinea, por colar en el periódico La Rioja un artículo hagiográfico de nuestro presidente Astronómico. Pues bien, hoy SPYP se complace en presentar al tercer héroe SPYPNIC, Monsieur Hulot, por enseñarnos en tres breves planos de la película de sus vacaciones (Jacques Tatí, 1953) la verdadera utilidad de un periódico:

Llega a la playa el vendedor del "prestigioso" Daily Telegraf (imagen de portada) y Monsieur Hulot se hace con su ejemplar.


A duras penas y levantando la pierna derecha para servirse como mesa de apoyo, consigue doblarlo convenientemente (nótese la mirada atenta de dos discípulos)


Y alehop, ante las narices del intelectual progre que devora las noticias del diario, Monsieur Hulot consigue darle al periódico una utilísima utilidad.


Y es que, aunque ultimamente los periódicos ataquen al corazón, su verdadero destino es la cabeza. Bravo Hulot por recordárnoslo. Eso es lo que hay que hacer con las noticias: ponerlas encima de la cabeza, para protegerla.




martes, 15 de mayo de 2012

398. JOUR DE FETE - 1949 - JACQUES TATI



Los atentos usuarios del sPyPbOx ya se habrán dado cuenta de que hay un regalito para esta semana. Y es que con la primavera tan buena que está haciendo, nada mejor que sacar la bici con alegría.

Pero cuidado, porque me pregunto la de porrazos que se tuvo que dar Tati rodando algunas de las imágenes más divertidas de JOUR DE FÊTE. Así que dejaros de virguerías y a gozar. Y no os preocupéis por el reparto del correo que ahora va a la velocidad de la luz, ja ja ja.



Solo por ver el ambiente urbano o rural que muestra, la película ya es una joya. Cierto que Tati pudo exagerar un poquito, pero no menos cierto que no le debió de costar mucho limpiar de modernidades el decorado, porque hacia 1949 los pueblos de Francia (y de toda Europa) eran más o menos así. No sé si el mundo era más malo (todo eso de las guerras da mucho que pensar) pero es evidente que era más bonito. ¿O era gente como Tati quien lo hacía maravilloso? Quien sabe, igual si andamos en bici como Tati podemos hacer que nuestro mundo sea como aquel.

domingo, 19 de febrero de 2012

335. LAS VACACIONES DE MR HULOT *** - 1953 - JACQUES TATI



Este pequeño vídeo que he encontrado por ahí se hace cortísimo, y fotos se podrían poner por decenas. Porque cada segundo de película y cada fotograma de LAS VACACIONES DE MR HULOT (1953) son pura magia. Maravilla tras maravilla. Y lo mejor es que es una película en la que no ocurre absolutamente nada. Todo es un delicioso y divertido ir y venir. Como la vida misma. Pero con gracia. Gracia divina.


Una de las cosas que más me gusta de la película es el hecho (casi subrealista) de dejar las escenas inconclusas. La primera de ellas, la del cochecillo de Mr Hulot que se para en una cuesta arriba. La siguiente imagen es la de unos ciclistas que pasan. Y luego se le ve llegar al pueblo de las vacaciones como si no hubiera pasado nada. Me encanta la secuencia porque se carga la lógica de la narración, no sabes si sólo quiere sugerir que los ciclistas empujarían en coche de Hulot, pero nos da exactamente igual. La vida sigue.

¿Y qué me decís de la arquitectura? ¿Fue alguna vez el mundo así? Solo la caseta de la barca ya me parece un monumento. ¡Un templo!



¿Y Francia? ¿Fue alguna vez Francia así? Nos ha hecho mucha gracia verlos tan zarrapastrosamente vestidos ya en 1953. En eso se adelantaron bastante al look playero habitual de nuestros tiempos, con las canillas de los hombres al aire. ¿Hay algo más feo? ja ja ja ja


Puesto que estamos en el sPyP y es obligado reírse de la prensa, lo mejor de la película es el momento en que Mr Hulot se compra un periódico y acto seguido se hace con él un sombrero, ja ja ja, y se lo lleva puesto para a jugar a tenis, ese deporte tan finolis.


¿Y qué me decís de la escena del baile de máscaras, con el bueno de Tati tan apurado en la búsqueda del lugar donde poner su mano derecha? Qué delicia de baile, qué momento tan bonito, tan romántico, tan tierno.


No sigo porque pondría la película entera, escena tras escena... y es que... ¿qué no decir de la escena del cariño al perro después de que se levantara al fin de la calzada para dejarle pasar? ¿o la de la chicharra de la estación de tren? ¿o la del kayak tiburón? ¿o la del trago en la cabaña de los montañeros....? ja ja ja ja, ja ja ja ja, ja ja ja ja, ja ja ja ja, ....

Para verla todos los años. O todas las veces que necesitemos tomarnos unas vacaciones. Porque son las vacaciones mejor ambientadas y mejor contadas que nunca jamás hayamos podido imaginar.