miércoles, 17 de julio de 2013

622. DIBUJO, BELLEZA, RAZON, ORDEN Y ARTIFICIO. 1992. Varios autores.



Sigo este verano pensando no sólo en "cómo se aprende" a dibujar sino sobre todo "para qué" sirve el dibujo y si en estos tiempos tiene algún sentido dibujar. El resultado de mis pesquisas y reflexiones debería de ponerlos en el blog PEQUEÑAS LECCIONES DE DISEÑO, como hice con el libro de Betty Edwards, pero como poner a parir un libro sobre el DIBUJO no me parece muy instructivo, pues dejo aquí un comentario de sus contenidos y de sus autores como recuerdo, y a otra cosa.

EL DIBUJO. BELLEZA, RAZÓN, ORDEN Y ARTIFICIO, publicado en 1992 no es realidad un libro sino un mamotreto de esos que te llevas después de ver una exposición sobre el "dibujo académico o de bellas artes" que se montó en el Palacio de Sastago de Zaragoza en aquel mismo año. Mamotreto por el que desfilan sesudísimos textos de los colaboradores y amigos de los comisarios de la exposición sin más orden y jerarquía que la "fama pedagógica" o importancia artística de sus personajes.


El más nombrado de todos, el infortunado catedrático de dibujo de la facultad de Bellas Artes de Madrid, Juan José Gómez Molina, abre fuego confesando que "el trabajo surgió de la necesidad de reconsiderar el papel de la Enseñanza del Dibujo", lo cual está muy bien si no fuera porque todo lo que sigue, bien suyo o de sus colegas, no tiene visos de reconsideración alguna, sino que todos los textos navegan por la misma pedantería en que se mueve el mundo del arte desde que éste se volvió tanto o más abstracto que el más abstracto de los pensamientos.

Dicho de otro modo. Desde hace varias generaciones, los licenciados de Bellas Artes salen de sus facultades sin saber dibujar, porque para hacer arte abstracto ya no hace falta saber dibujar. Y como desde hace ya un siglo la pintura se ha vuelto abstracta, pues los artistas creen que los discursos sobre el arte pueden volverse tan abstractos como la propia pintura, así que dale a la tecla y di lo que quieras que tanto da que da lo mismo. Albergaba uno la esperanza de que los artistas viejos que aún sabían dibujar pudieran decir alguna cosa con fundamento y que se entendiera, pero la esperanza se fue diluyendo según pasaba de un artista a otro.



Al pobre Juan José Gómez Molina le atropelló un coche en el 2007 cuando se fue vacaciones a su pueblo y allí se acabó su historia. Pero el espada número 2 de la exposición, el escultor canario Juan Bordes, se larga un rollo sobre las colecciones de láminas de anatomía que ha ido haciendo a lo largo de su vida, que no me extraña que haya acabado decorando las rotondas de Leganés.



Virgen del Carmen bendita!  (ayer mismo). Si hay que aprender a dibujar de marafilla para hacer estos adefesios, mejor que la gente siga pintando con las manos por las paredes de las cuevas.


La presencia del superacadémico Antonio Bonet Correa en el equipo parecía darle consistencia a la línea media, pero no coloca más que un artículillo sobre el ornamento que no viene a cuento y en el que lo mejor dice es esto: "no quisiera convertir esta pequeña disertación acerca del ornamento en una sucesión de títulos bibliográficos". ¡Bingo!

Los artilugios para hacer trampa dibujando creo que llegaron en algún momento hasta la sala de exposiciones de la Escuela de Artes y Oficios de Logroño. Parecen como de un baratillo de antigüedades. David Hockney, en El Conocimiento Secreto parecía que iba a descubrirnos muchos misterios sobre el asunto, pero su libro es poco más que un álbum comentado de cuadros estupendísimos para pasar muy buenas tardes.


Lino Cabezas es un profesor de Bellas Artes de Barcelona y antes de la Escuela de Arquitectura, al que quieren mucho sus alumnos porque es simpático cercano y ocurrente. Dicen que explica muy clarito y que pone las cosas fáciles para aprobar. Es el encargado de comentar el paso de los artilugios del dibujo a los chismes fotográficos pero lo hace con más erudición que claridad, así que tampoco me ha servido gran cosa.


El también desaparecido historiador del Arte Alfonso Emilio Pérez Sanchez ofrece un trabajito de investigación sobre el uso de las estampitas como modelos para cuadros que está muy bien, pero que a quienes nos preguntamos por las razones del dibujo a finales del siglo XX nos sirve tanto menos que si nos hablara de la fisión nuclear.

Y no sigo, porque otro escribe sobre la enseñanza del dibujo en el siglo XVIII, otro sobre la creación de la Academia de San Luis, otro sobre la enseñanza de la fotografía en Zaragoza en el siglo XIX (!!!) y el último sobre las Escuelas de Artes y Oficios.

Un libro a mayor gloria de los escribidores y aburrimiento de lectores o, según se mire, de entretenimiento de aburridos. Tan crecidos se vieron los escribidores, que los mismos y unos pocos más (y algunos menos) publicaron en ediciones Cátedra tres años después otro mamotreto de sesudas reflexiones y documentadísimas ponencias que también tengo sobre la mesa y que miedo me da ponerme a leer, no sea que como a nuestro glorioso hidalgo se me vayan a secar los sesos. Se titula LECCIONES DE DIBUJO, y tiene muchas láminas, sí, pero los mismo tostones de textos.

Llevo tiempo oyendo a mi alrededor la cantinela de que los libros son buenos y que hay que leer libros, muchos libros. Pero lo mío debe de ser muy grave porque yo encuentro muchos más libros malos que buenos; libros que no nos ayudan a resolver nuestras preguntas; libros que aburren, que cuestan bastante dinero y ocupan mucho espacio.

Por decir algo que podría ir en las Pequeñas Lecciones, no seré yo por tanto quien diga que leáis libros mientras no tenga por seguro que son útiles y buenos.




martes, 16 de julio de 2013

621. THE TRIP º - 2010 - M. WINTERBOTTOM



Ya lo siento Winterbottom, pero yo no perdono a quien cae en manos del enemigo (antes morir que perder la vida) así que ¡toma un CERO SPYPCIN por cobarde y por mamón! O mejor dicho, por THE TRIP, típica película de pijos del mundo del espectáculo y el periodismo, es decir, ¡¡¡el enemigo!!!.


Mi amigo masmaníasmías decía en su blog que se había partido de risa con las bobadas de Steve Coogan y como se llame su compa de viaje, pero a mi todas sus gracias me parecían vomitivas (las gracias del enemigo son siempre desgracias).

Y ya no digamos el papel secundario de las mujercitas monas polvo de una noche que van salteando la película a mayor gloria del guapo ligón con pedigrí de cine y periódico. Yo no sé cuán descarriado está ya el feminismo, pero si yo fuera feminista le organizaría manifestaciones a este bodrio. Vamos hombre, ellos de guapos y divinos y ellas de floreros follables. Hasta ahí podíamos llegar.


No sé si estaba en el guión o a Winterbottom se le ocurrió poner al final una escenita moral para salvar la más de hora y media de petardada. Digo moral no en el sentido de la pacatería victoriana sino de aquella vieja moral del valor a lo Stevenson que también aprendimos de por allí. Cuando vuelve a casa el tontolaba que acepta acompañar en el viaje de restaurantes y hotelitos a Steve Coogan y que le sigue el juego durante toda la peli, se abraza a su mujer, elogia su comida, le sugiere unas nalgadas por habérsele pegado un poco a la cazuela, y le dice que siete días son muchos para estar lejos de ella.


No es mal mensaje, pero yo creo que no es esa la cuestión. Lo que es insoportable es la vida de memos de los actores/periodistas/estrellas y graciosos. Como para no aguantarla ni un día. Ni diez minutos de película. Con buen criterio, la directora del cine club se durmió en el martes. Como yo tenía que hacer la reseña aguanté hasta el viernes, pero conseguí despertarme para ver el final. Estáis advertidos.

Joder Winterbottom, qué decepción. 

lunes, 15 de julio de 2013

620. DU LEVANDE * - 2007 - ROY ANDERSSON



Entre que estoy medio de vacaciones (y digo medio porque un profesor nunca tiene vacaciones / siempre estudia porque ese es su oficio) y que la última racha de películas ha sido más bien decepcionante, tengo la sección de cine del sPyP bastante abandonada. Poco debe de importar porque tampoco los lectores del sPyPnic protestan (ni aplauden), con lo que también uno se siente bastante abandonado. Más o menos como los personajes de la última película del sueco ROY ANDERSSON, un cachondo mental que pinta gente igual de perdida que los lectores del sPyP y su redactor, ja ja ja. Aquí Roy Andersson (1943).


Digamos para empezar que la película es una castaña, es decir, que no es una película, por lo que los Jurados que le han dado premios deben de estar en la higuera o algo así. La castaña consiste en hora y media de sketchs más o menos subrealistas sin mayor conexión entre sí, con los que algunas veces veces te ríes y otras bostezas. Dicen las biografías que Roy Andersson es sobre todo un director de anuncios, y que ha hecho más de 400. Súmesenle los sketchs de sus películas y llegará al millar.

Yo me reí más que bostecé, pero lo mismo me pasa cuando llega navidad y veo los anuncios de la tele. La presidenta del cineclub sPyPcin bostezó más que se rió, se durmió, y se levantó del sillón maldiciendo: ¡no vuelvo a ver una película sin antes saber qué es lo que voy a ver! (la presidenta del sPyPcin debería leer las críticas sPyPnic pero lo que pasa es que ve las películas justo a la vez que su redactor jefe).

De todos modos yo le voy a dar una estrella * sPyPcin porque sólo con sus imágenes se puede hacer un cursillo de decoración nórdica pedantemente titulado más o menos "entre el clasicismo escandinavo y la desolación de la modernidad contenida como escenario de los suecos ceremoniosos". He capturado una buena sarta de fotogramas de DU LEVANDE porque me apetece guardarlas en el recuerdo. Si veis la peli no os va a pasar nada. Que conste que hasta muchos de sus sketch son la mar de poéticos (como el de la novia y el rockero), pero... ay, si la poesía ya es mayormente un tostón en letras, en cine puede llegar a ser abominable, ja ja ja. Una frikada, vaya.




























 Ah, por cierto, la música está muy bien (como en los anuncios de la tele, claro). Mucho dixie. Pena que no hubiera un poco más de rock. Que estamos en el 2007, Andersson !!!


viernes, 12 de julio de 2013

619. GEORGE HARRISON - 1970 - ALL THING MUST PASS



Os iba a colocar esta semana de semivacaciones en el sPyPdB el primer álbum de Graham Nash para que así fuerais cerrando capítulos básicos de discografía esencial, pero al escucharlo una vez más esta misma tarde ha habido una canción cuya orquestación me ha traído recuerdos de un grandísimo disco (o caja de discos) que también tengo en vinilo y en primera edición (¡una joya, una joya de colección!): el primer triple álbum de un cantante de rock, el ex beatle GEORGE HARRISON. 

Bueno, lo de triple es un decir (o una melonada), porque en realidad son dos discos ya que el tercero contiene unas jam sessions que no creo haber escuchado nunca (los surcos de mi vinilo deben de estar nuevísimos). 

Dice la wiki que Harrison empezó a grabar esta caja de discos a los dos meses de la definitiva separación de los Beatles, lo que quiere decir que Lennon y MacCartney le admitían sus creaciones con cuentagotas y que mientras tocaba con ellos, el tipo iba almacenando material. 


A mí nunca me gustó mucho el hippilondismo de pose y las espiritualidades orientales que exhibía Harrison, pero algunas canciones de esta caja me emocionaron muchas veces y me las sabía de memoria. 

Uno de los datos que ahora sabemos con un click de internet es que la foto de la portada de la caja se hizo en los jardines de su casita de campo, y que la casita de campo no era otra que ésta:


Todas las barbas, las melenas y la mirada seria y mística se caen por los suelos al ver este lujazo de casa, pero bueno, la música sigue sonando igual, y a pesar de todos los pesares de la industria del disco, la fama y y la publicidad, nuestras ilusiones de los setenta siguen intactas. 

Disfrutadlo este verano y perdonad si con las vacaciones por medio se me pasa poneros algo nuevo en las próximas semanas. 


viernes, 5 de julio de 2013

618. GRAHAM NASH - 1973 - WILD TALES



En el sPyPnic 575 dije que iba a poner orden en la discografía de Crosby, Still, Nash and Young, pero salvo compartir con vosotros aquel disco de Neil Young de 1972 no he hecho mucho más. Lo de los discos es un azar. WILD TALES, de Graham Nash en solitario y del año siguiente (1973), lo tengo en vinilo, lo que en estos días ya es una joya, pero es que lo oyes (da igual en vinilo que en mp3) y suena a oro. Qué gran disco. 

Graham Nash no se ha prodigado mucho en solitario. Cinco álbumes y una box de recopilación es toda su discografía. De su primer álbum (1971) fueron famosísimas BE YOURSELF (una canción-himno generacional con una introducción muy bonita y un estribillo demasiado simplón) y CHICAGO (una especie de LET´S GO TO SAN FRANCISCO de la ciudad del Michigan) pero el resto no parecen tener un gran nivel como para dar solidez a una escucha en LP. Con David Crosby tiene otros cuatro álbumes. He escuchado WIND OF THE WATER, de 1975 y no me ha parecido nada del otro jueves. La discografía de los cuatro juntos. CROSBY, STILL, NASH and YOUNG es de 8 LPs. Cinco más cuatro más ocho dan diecisiete, lo que no está nada mal. Pero puestos a oír al más genuino Graham Nash, y mientras no encuentre alguna sorpresa, creo que WILD TALES es lo mejor.

¿Que cómo llegó a mi discografía? Pues no tengo ni idea. Siempre está bien pensar que la suerte, cuando hay suerte, es algo que uno se busca. O dicho de otro modo: que tú también tienes la suerte de leer este blog, ja ja ja, y estar en mi sPyPdB.