Mostrando entradas con la etiqueta historia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta historia. Mostrar todas las entradas

lunes, 26 de septiembre de 2022

964. BELCHITE

 


Plaza de recepción de visitantes del recinto vallado que contiene las ruinas del Pueblo Viejo de Belchite. 

alrededores del Pueblo Viejo de Belchite por la zona Sur

la valla que separa los alrededores (izq) del Pueblo Viejo de Belchite (dcha)

Vídeo de presentación de la revista Desperta Ferro de la Batalla de Belchite:


Mi comentario al vídeo en youtube:

"Qué pena de Historia y de historiadores ¿no? Tanto dato y tanto análisis para acabar no llamando a las cosas por su nombre. No soy historiador y no sé cuál fue el momento en que el "pueblo sublevado contra la República" empezó a llamar "rojo" al ejército que atacó Belchite, pero por algunos comentarios de los ponentes sobre la composición y disputas del lado atacante, queda bien claro que tan falso es llamar "franquista" al ejercito de los requetés, falangistas y militares que atendieron a esa llamada del pueblo español católico y anticomunista,, como llamar "republicano" al ejército que se fue organizando a mediados de la guerra para llevar España a un régimen soviético. Las gafas marxistas deforman tanto la realidad que los historiadores que aún las usan ya no se atreven a hablar de buenos y malos, y tratan ahora de marear la perdiz atribuyendo la maldad a la guerra en sí y la bondad a la paz en sí, como si la guerra y la paz no fueran acontecimientos trágicos o periodos felices sino entes susceptibles de categorías morales. Pero cuando al final (o desde el principio) dan nombre a las cosas, se delatan ellos mismos."

Serie de unos veinte vídeos realizados entre 2009 y 2010 por Marc Weymuller como testimonios de la memoria (y de cierta forma de narrar...) de la última generación que vivió la batalla de Belchite. Aquí uno de ellos. Para ver más, abrir el canal del autor.



lunes, 30 de mayo de 2016

847. OSTWALD SPENGLER



La semana pasada concluí la extraordinaria segunda parte de los Ensayos de Mumford dedicada a una docena de figuras relevantes de la historia. Y si el primero de los artículos, el dedicado a Jesús de Nazaret me impresionó por su vena crítica (v SPYP 844), el último, sobre OSTWALD SPENGLER me dejó sin resuello por su implacable espíritu demoledor. La editorial Pepitas de Calabaza pone que el artículo se escribió entre 1939 y 1944, terribles fechas que enmarcan el certero pronóstico de Spengler en La Decadencia de Occidente. Escudriño un poco en la biografía de Spengler y me da que Mumford no tenía referencia de las dudosas circunstancias de la muerte de Spengler y de sus desavenencias con el régimen que iba a cumplir su profecía.

Pero sea como fuere, en estos inciertos momentos políticos estaba yo echando de menos algo de filosofía de la historia, es decir, esa manera de ver la evolución de las culturas y las civilizaciones que pudiera iluminarnos un poco sobre el futuro. Hace más de treinta años que leí algunas cosas de Arnold Toynbee, pero desde entonces creo haber estado más bien metido en la corriente que mirando el río desde fuera. Claro que si la historia la he visto casi siempre como una lectura interesada del pasado (una lectura desde un posicionamiento previo), la filosofía de la historia podría llegar a ser algo así como una historia al cuadrado.

Cuatro días después de haber leído los exabruptos de Mumford sobre Spengler veo que ayer EL PAIS extractaba una frase de un cantaor flamenco que no tenía yo el gusto de conocer, un tal José Mercé, para que nos la traguemos como titular: AHORA LOS BARBAROS SOMOS NOSOTROS.

El periodismo no es la historia al cuadrado sino la filosofía más barata y machacona, y el de nuestro país parece empeñado en que pensemos que todo lo que rodea a Europa es cultura y que lo que hacemos en Europa es barbarie. Juan Cruz, el afamado periodista que firmaba la entrevista al tal Mercé debería ser enviado ahorita mismo a Siria a empaparse de civilización y cultura. O a Venezuela, mismamente. Y con prohibición expresa de que volviera a poner los pies en Europa. Se enteraría así de qué es la civilización y qué es la barbarie. Para que no le pase lo que a última hora le pasó a Spengler.