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lunes, 11 de marzo de 2013

559. J.S. BACH (1724) JOHANNESPASSION



Para arreglar el trauma musical alemán con el rock que contaba en el anterior post, nada mejor que traer al sPyPdB un pequeño recuerdo de las dos emocionantes horas vividas con Teresa en la Münster (catedral) de Freiburg im Breisgau el sábado 9 de marzo de 7 a 9 de la tarde, oyendo la PASSIO SECUNDUM JOANNEM de Johann Sebastian Bach, una de las grandes piezas religiosas que seguramente más habré escuchado en mi vida.

No soy muy religioso pero cada vez que vivo un momento serio, la escucho y me consuela. En vivo y en directo creo que sólo la he oído dos veces: la primera en la WesterKerk de Amsterdam, el 2 de abril de 1999. Y la segunda, el sábado pasado en Friburgo. Asistir a una Pasión de Bach en una catedral es una experiencia muy distinta a oírla en disco. En realidad, se trata de un acto religioso en sí mismo. Largo y profundo.

La versión que tengo en vinilo es de Karl Richter con el Coro y Orquesta Bach de Münich. La versión que os paso con el sPyPdB es del director inglés especialista en Bach, John Eliot Gardiner. A menos que se note mucho, las versiones me importan poco. En la gran música no soy elitista. Yo oigo a Bach no a los directores, ni a los coros, ni a los solistas. Oigo a Dios (o trato de oírle).

Lo cierto es que en una catedral suena de forma muy diferente a cuando te lo pones en los auriculares de casa. Más suave, más lejana, menos matizada. Pero me da igual. Tengo por seguro que el principal porcentaje de emotividad  lo pone quien escucha no quien interpreta. Y de ahí mi antielitismo con la gran música. Sólo en algunos casos puedo llegar a dar importancia a la interpretación, como cuando traje al sPyP el Es ist vollbracht  por Panito. Pero nunca más que a la autoría musical.

Bach la estrenó en la Semana Santa de 1724. Pongo en google "Johannespassion 2013" y me sale que la ofrecen en cantidad de ciudades y fechas. Entre las muchas sensaciones o pensamientos que experimenté mientras la oía el pasado sábado estaba el contraste entre una España que se desmorona y una Alemania cada vez más sólida que se agarra a una raíz musical que llega a casi trescientos años de vida. Cierto que la gran música no es una raíz segura, y para muestra la historia de Alemania en el pasado siglo, pero nunca me ha parecido más llena de savia.

Poco me importa que no dé flores en el rock.

jueves, 13 de octubre de 2011

229. DESAGRAVIAR A BACH (DIE STILLE VOR BACH ººº - 2007 - PERE PORTABELLA)

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Yo siempre he pensado que la música se hacía para que fuéramos mejores personas, es decir, que cuanto más música oyéramos, más buenos nos volvíamos. E incluso algún día llegué a pensar que si me hacía músico iba a ser mejor persona. Pero la gente que va a los conciertos de música clásica nunca me ha parecido buena gente, y cuando supe que los genocidas nazis amaban la música clásica, toda esa teoría de la música se me vino abajo y hasta llegué a pensar que todo lo que estuviera relacionado con la música clásica era sospechoso de maldad. Y ya no digamos cuando vi lo mala gente que eran por lo general los músicos que habitan los conservatorios y las orquestas... (o sea, que al final intenté hacerme músico).

Atraído por el título en alemán, por las críticas favorables y por mi fé en la música y los grandes compositores, ayer se me ocurrió ver DIE STILLE VOR BACH, porque..., me dije, si va de Bach no puede ser malo.

Pero malo no, pésimo. Horroroso. Y subvencionado. Hasta ayer yo no sabía nada de su director, el "laureado" (dicen los periodistas) PERE PORTABELLA. Pero ante un bodrio de tal calibre y con tan altas pretensiones no me podía quedar con los brazos cruzados o mirando para otro lado. Y he investigado un poco.... ja ja ja ja...



Y mira por donde, que mirando por aquí y por allá, ahora sé que la progresía cultureta catalana de los sesenta (Escuela de Barcelona nada menos) que llamaba casposo y mesetario al cine hecho en Madrid y que propugnaba hacer cine con productoras independientes, ha acabado (2007) haciendo películas que empiezan con varios carteles de las subvenciones de dinero público y metiendo un desnudo hiciera falta o no en el guión.

¿Guión...? Pero esta película... ¿tiene guión?

Ah sí, se me olvidaba. El guión es Bach, y de ahí el título de esta entrada. Y la intención de esta entrada: por dios, por dios, desagraviemos a Bach de estos atentados.

¿Cómo? No sé. Oyendo diez veces a Panito quizás, aunque... uno mira la cara de pocos amigos de Christophe Coin, o peor, la de los músicos de alrededor, y vuelve a sospechar de todo.

Algo de desagravio ya hice cuando escribí un pequeño retrato de la ciudad de Leipzig visitando su tumba y diciendo que parecía la de un obispo, pero ahora, la verdad, no se me ocurre qué otra cosa hacer. Pero algo hay que hacer. Algo. He vagabundeado por la red a ver si encontraba alguna cosa profunda o divertida sobre Bach y he dado con la foto de arriba. Si yo fuera Bach, es la mueca que le haría a esta película española de rimbombante título alemán y no menos pretenciosidad artistica.

Y por poner, vaya también el culo de la actriz que no viene a cuento y que también le gustaría a Bach.
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domingo, 12 de septiembre de 2010

168. PANITO

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Si para vencer la pereza a escribir e investigar, en el post anterior me inventaba el método del TIRAR DEL HILO, en este que le sigue creo que el juego podría llamarse ATAR CABOS. Como últimamente viajo muy disperso y sin mayor atención voy dejando por ahí muchos cabos sueltos hasta que llega la ocasión en que por arte de birlibirloque parece que esos cabos se atan unos con otros sin apenas darme cuenta y el resultado, una vez más, pudiera ser un algo un poco más construido, no sé, un pequeño tapiz.

Todo comienza una vez más con un concierto del ciclo de Música Antigua. Tres Suites para Cello interpretadas por CRISTOPHE COIN, un virtuoso de la viola de gamba de grandísimo nivel internacional.



Salió al escenario, cerró los ojos y tocó las tres Suites de memoria. O sea, como para dejar al público sin respiración.

Con todo y con ello, lo mejor de los conciertos de Música Antigua de este setiembre ha sido el volver a estar con dos de mis mejores amigos de esta ciudad que me han regalado sus sabios comentarios musicales y alguna que otra cosa más.

Al día siguiente del concierto, por ejemplo, uno de estos amigos me envió un youtube con una grabación del año 1985 en el que uno de los protagonistas era el propio CRISTOPHE COIN (con veinticinco años menos), mientras que el otro era un niño cantor de un coro alemán apodado PANITO. La pieza, el aria ES IST VOLLBRACHT de la Pasión según San Juan de Bach, así interpretada, es también de las que te dejan sin respiración, o mejor, te ponen la carne de gallina:



Y aquí es donde empieza el ATADO DE CABOS, porque resulta que el famosísimo coro en el que se formó el muchacho se fundó en BAD TöLZ, pequeña ciudad de la Alta Baviera en la que habíamos estado hacía tan sólo un mes en una tarde lluviosa,



y que la sede oficial del coro era el Kloster o Abadía de Benediktbauern, pueblo a mitad de camino entre Bad Tölz y Kochel am See que también visitamos en esa misma tarde porque había anunciado un concierto al aire libre en el que una orquesta y coro iban a interpretar CARMINA BURANA de Carl Off.



He preferido poner esta foto de Panoramio para hacernos con una idea mejor del lugar porque las mías son bastante grises de luz pues no paraba de llover. De la visita al interior de la Iglesia de la Abadía tengo estas otras dos imágenes:




Luego entramos en el gran patio donde se iba a dar el concierto y vimos calentando y probando sonido a una orquesta metida con calzador dentro de una carpa de plástico. Además de llover, la temperatura era de 12ºC, así que preguntamos si en esas condiciones se iba a dar el concierto o se iba a trasladar a otro lugar, y para nuestra sorpresa nos aseguraron que por supuesto, que el agua y el frío no eran problema.



O estos alemanes están locos, pensamos, o es que allí la música está por encima de todo.

Días después y en el tradicional paseo veraniego vespertino, visitamos también la cercana ciudad de MITTENWALD,



llevándonos otra gran sorpresa musical: la de que ese lugar, enclavado en el paso entre el Tirol y Baviera y debajo de una enorme pared de roca, era el santuario de los instrumentos de cuerda de Alemania desde que a mitad del siglo XVII el carpintero MATHIAS KOLZ crease un importante taller de construcción de violines, violas y cellos que acabó por rivalizar con los italianos. En la actualidad Mittenwald posee una célebre escuela de luthiers, y cómo no, un monumento a Mathias Kolz debajo de la torre de la iglesia.



Como es bueno dar un nombre a cada tapiz aunque sólo sea para recordarlo, me quedo con el de Panito por lo emocionante de aquella interpretación del Es ist vollbracht (convertida así en himno del día... y de muchos otros días) y lo cierro preguntándome qué habrá sido de aquel chiquillo.

Y como Google lo sabe y lo da todo, me cuenta que cambió mucho la voz hasta convertirse en bajo baritono, y que se dejó crecer el pelo (fotos primera y última).