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lunes, 27 de febrero de 2012

343. BOB DYLAN - 1963 - THE FREEWHEELIN



Cada vez que pienso que Bob Dylan tenía 22 añitos cuando hizo este álbum, se me pone la carne de gallina. Me cambia todo el sentido del tiempo y de la experiencia.

Lo habré oído cientos de veces y no me cansa nunca. Generalmente suelo empezar a oírlo pasando de la primera canción, el famoso Blowing in the wind, porque es la segunda, Girl for North Country, la que me transporta a donde me gusta que me transporte la música. Al paraíso.

En ese viaje siempre he querido llevarme a alguien conmigo o haber sido llevado con todo el público de un concierto de Dylan en directo al que nunca he asistido, pero en estos tiempos mayormente escuchamos la música en la soledad de los auriculares.

Aunque sea así, voy a pensar mucho en todos vosotros cuando esta semana lo escuchemos juntos. No lo oigáis de cualquier manera. Escuchadlo conmigo dejando todo lo que estéis haciendo.

 Don´t think twice. It´s all right.


(En la versión que os pongo por DB, Girl for North Country tiene un defectillo propio de CD justo cuando acaba la canción. No es muy molesto y puede quedar como la marca de la casa).


lunes, 30 de enero de 2012

315. GORDON LIGHTFOOT



¿Qué fue de Gordon Lightfoot? ¿Cómo diablos llegó a nuestra pequeña discografía de vinilos? Leo en la red que hace unos años iba él en el coche y oyó por la radio que había muerto. No era tan viejo, apenas había pasado de los setenta. Me entero ahora que es de Ontario, Canadá, país al que seguramente volaremos este verano. Mira que casualidad. Esta segunda foto que pongo aquí es de la entrevista en la que contó que aún estaba vivo:



Lo que no consigo resolver es la segunda pregunta. Fue en los años de Bilbao, y a Rosalía le encantaba lo melodioso de su voz. ¿Folk? ¿Country? Nos daba igual. Lo oímos cientos de veces. Endulzó mucho el pasillo de nuestra primera casa.

Seguro que aquel doble LP nos costaría un congo. Comprar un disco era algo que había que pensarse mucho. Luego, en los tiempos del cassete en el coche, me lo autopirateé y lo grabé en cinta para oírlo mientras iba por la autopista. No sé si el FBI y los de la Ceja me dejarían ahora haceros otra copia de aquel vinilo que aún suena muy bien en el tocadiscos de la galería. Lo que es seguro es que les va a joder mucho que lo disfrutemos todos, porque eso de ver feliz a la gente parece que les duele mucho a los defensores de la propiedad intelectual (que por cierto, son los mismos que no hace mucho querían abolir todo tipo de propiedad, ja ja ja ja).  Os lo pongo en Dropbox y os dejo aquí una actuación suya de 1974.