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lunes, 25 de abril de 2022

954. LIBROS

 

Yo hace mucho que desconfío de los libros. Toda esa propaganda totalitaria de que los libros son buenos enuncia justo lo contrario de la pretendida libertad que los libros dicen otorgar: si los libros me hacen libre, déjenme opinar sobre si son buenos o malos ¿no? A estas alturas del reparto de poder entre la derecha y la izquierda, lo que parece estar claro es que el sector libros es territorio rojo (o rosa, o  morado, como lo fue púrpura,.. que aún peor), de ahí que nadie se haya escandalizado por el cartelito con que la Biblioteca de La Rioja, con el sambenito de Almudena Grandes en su nombre, se ha descolgado para celebrar la muerte de Cervantes (en sentido literal y metafórico). Puño en alto, guante de raso y eslogan publicitario todo en uno. Válgame dios. Ya están los libros a la altura de los periódicos. O de la venta de colonias.

Lo de que el sector libros está totalmente en manos de la izquierda, incluso en su aspecto más capitalista, es decir, en el de la transacción de los mismos a cambio de dinero, lo decía Arcadi Espada en una nota perdida por algún periódico que el santo Abreu rescataba del barro y ponía en twitter:


Gracias Juan Abreu. en estos tiempos de propaganda totalitaria, los carteros de las verdades son tan necesarios, o más, que los descubridores de las mismas.

También fue gracias a las santas redes sociales que capturé este par de fantásticos cromos en los que los jóvenes castellanos comuneros de la última hornada aparecen disfrazados de batasuneros con pendón. Vuelve la boina. Con el puño en alto, claro. El de los libros. 




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¡Todos lo tenemos! ¡Todos lo tenemos! ¡Al fin libres!




martes, 18 de abril de 2017

883. EL RUMOR DE LA MONTAÑA - 1954 - YASUNARI KAWABATA



Tal y como me temía, en el fervor que los occidentales suelen mostrar hacia "lo japonés" hay sobre todo mucho de snobismo. Saber algo de una cultura tan lejana te convierte de facto en alguien "interesante" y si es para cantar sus excelencias, en un descubridor de lo ignoto. He buscado sin fortuna a algún crítico occidental que pusiera en su sitio (o que pusiera a caldo) la literatura japonesa, pero por lo visto no ha nacido aún. Según parece no hay más que incensarios. Yo no soy crítico de literatura (de hecho aborrrezco la escritura que pretende llamarse literaria) y no estoy capacitado para desmontar a todo un Nobel de Literatura, pero si hace unos cuantos años a los escritores americanos del dirty realism se les ponía de chupa dómine por la simpleza de su prosa, lo menos que se podría decir del fraseo de Yasunari Kawabata es que podría ser de un alumno de bachillerato.


Con los cánones occidentales en la mano, es decir, con la forma de leer o de escribir que se fraguó en la novela europea del XIX, EL RUMOR DE LA MONTAÑA no pasaría de la primera criba en cualquier premio literario de provincias. Por si el lector no quiere cansarse en buscar la razón de su título, lo tiene en una ensoñación del capítulo primero. Más allá de la página 10 la novela no tiene nada que ver con los rumores de las montañas (si es que alguien pudiera buscar una cosa así) sino con una pintura más o menos estilizada de la vida de una familia japonesa de los años cincuenta del siglo XX en la que el protagonista es el cabeza de familia, es decir, un hombre de sesenta y dos años que empieza a obsesionarse con el tema de la vejez.

Los miedos, los sueños, las preocupaciones o los desvaríos de un sesentón no deja de ser un tema de cierto interés universal, pero la forma en que se desarrollan los acontecimientos que muestran las dudas y movimientos del protagonista a lo largo de todo un año no tienen otro nivel que el de una pintura costumbrista local. Frases cortas, diálogos de besugos y excursus tan gratuitos que en no pocas ocasiones a los occidentales nos podría dar por pensar en toques de subrealismo.

Ciertamente la lejanía es algo de por sí bastante subrealista. Sería una verdadera sorpresa que en el lejano oriente la gente tuviera patrones de conducta o de expresión semejantes a los que nos hemos ido dando en occidente, pero también es cierto que en los últimos sesenta años el mundo se ha hecho tan chiquito que cualquier mindundi viaja hoy en día a Japón por cuatro perras para darse el pote de ser un experto en culturas exóticas.

A comienzos de año me dio la fiebre japonesa y me leí tres cosas seguidas de Junichiro Tanizaki por aquello de que (dos de ellas) prometían cierta dosis de erotismo (o sexo): La llave y Cuentos de amor. De ninguna de ellas hice reseña porque como eran las primeras cosas que leía de literatura japonesa me dejaron más frío que el mismo invierno. La otra cosa que leí de Tanizaki es el sobrevalorado Elogio de la sombra, un ensayo algo naif sobre arquitectura tradicional japonesa del que algo tendré que decir cuando aborde un mínimo acercamiento a ese tema en mi viejo diario LHD de arquitectura.


Puestos a curiosear en las profundidades de los grandes escritores de Japón (o sea, en la expresión del alma japonesa), más me interesaría quizás leer las cartas entre Kawabata y Yukio Mishima, aunque mucho me temo que a menos que me encuentre con algo que me sorprenda muy favorablemente, voy a ir contando mis descubrimientos por desengaños.

domingo, 5 de febrero de 2017

875. GAY TALESE - 1980 - LA MUJER DE TU PROJIMO



¿Faltaríamos a los principios del SPYP (martillo de políticos y periodistas) si por un día o una vez hiciéramos héroe SPYP a un periodista? Faltaríamos a nuestros principios, claro que sí. Pero como faltar a los principios cuando hay otros principios más principales no es malo del todo, hoy vamos a hacer héroe spyp a Gay Talese porque a pesar de ser periodista ha conseguido durante la pasada semana que cada día sacara yo tiempo de no sé donde para leer LA MUJER DE TU PROJIMO y que acabara sus 538 páginas de letra diminuta antes de lo que hubiera querido.


No espere el ávido lector del SPYP que haga yo ninguna reseña del libro, porque las reseñas hay que pagarlas con dinero y no hay dinero para pagar mis reseñas -no porque pida mucho por ellas sino porque no hay nadie dispuesto a pagar por una reseña mía. A lo que vamos: lo que yo pongo en el SPYP son cuatro recuerdos o cinco fotos a modo de señuelos de un diario abierto, que es lo que dicen que eran los blogs. Los libros que leo los dejo subrayados, por lo que la mejor de mis reseñas seguramente sería la lectura de un libro que ya haya leído. Lo único que añado aquí es que leer en la era de internet es un gran placer porque los libros se convierten en guiones de decenas de búsquedas y de pequeñas investigaciones.  O en el caso de LA MUJER DE TU PROJIMO, de remoción de recuerdos, porque la historia de la revolución sexual es la historia de mis días, de mis años y de muchas de mis lecturas y personajes favoritos en el así llamado "crecimiento personal". Uno de los personajes centrales del libro, Huf Heffner, ya había salido en este blog y hasta le habíamos hecho héroe SPYP (título que por poco se lo quito cuando leí la traición que le hizo a Hamling (pag 365), pero de Diane Webber yo no sabía nada y por eso pongo una de sus fotos más famosas. Afrodita con jarrón (el título es mío). La foto no he logrado saber de quién es (la quito en cuanto me digan que tiene derechos y que hay que pagar por ponerla en mi diario):


La comuna de "los perfeccionistas" de John Humphrey Noyes salía mencionada en la pag 91 del vol II de LOS ENEMIGOS DEL COMERCIO. Pero el relato de Talese es casi un tratado. Aquí el célebre Noyes:


Y aquí un libro sobre la Comunidad Oneida en el que supongo que también se contará con más detalle que en el libro de Talese sobre cómo pasar de la experiencia del Amor Libre a la exitosa fabricación de cucharas:


Mi personaje favorito del libro es sin lugar a duda Barbara Williamson, de la que no he encontrado mejor foto que esta:


Bueno, sí, esta otra, pero es un poco confusa:


La anécdota que se cuenta en la página 315 es merecedora de cita íntegra: "En una ocasión, mientras conducía por el cañón, Barbara vio a una mujer que se defendía contra un hombre que la molestaba a un lado del camino. Era evidente que trataba de violarla. Bárbara detuvo su coche en la cuneta, saltó de su vehículo y se dirigió intrépidamente al hombre gritando: "¡Déjela en paz! ¡Si quiere follar con alguien, puede follarme a mí!". El hombre, atónito, se sintió intimidado de inmediato y escapó". Gran mujer Bárbara.



El rey de Sandstone no era Bárbara, claro, sino su marido John Williamson (arriba), y cuando Talese fue a verlos lucía tal que así:


Con mucha razón le preguntaban por qué no había ido con su mujer. Hombre, después de lo que cuenta en el libro que le pasó al jeta de John Bullaro (de quien no he encontrado foto) se ve que el muy canalla tomó sus precauciones, ja ja ja.


Los capítulos más rollazos del libro son los que tienen que ver con los líos judiciales, pero al fin y al cabo ese es el eje que vertebra el avance de la revolución. Al Goldstein, el creador de la descarnada revista Screw también se vio envuelto en ellos pero yo le recordaré más bien por sus comentarios y calificaciones a las casas de masajes jes jes jes.


Alex Comfort y EL GOCE DE AMAR llegó a nuestras vidas justo cuando la apertura política lo hizo posible. Ni idea de que había pasado por Sandstone pero un placer saludarle ahora, aunque ya muriese en el 2000.


Otra de las egregias visitantes de Sandstone fue Sally Binford. Su despedida en 1993 (pag 513) estremece un poco pero sus últimas palabras escritas, supuestamente referidas a la edad en que se quitó la vida, no pudieron ser más sugerentes: Toujours soixante-neuf. 



Otra de las heroínas del libro es BETTY DODSON de quien ya tenía un libro de los que compré por el título y no por la autoría. Su sonrisa es el resultado de toda una vida de lucha por el placer:


En fin, si todo esto y mucho, mucho más (que de momento se queda en los subrayados) es lo que nos trajo Gay Talese en LA MUJER DE TU PROJIMO, bien se le puede perdonar que sea periodista.

Y ahora una queja (¿un poco de reseña?): el libro está mal capitulado. Cuando vuelva a leerlo (porque es uno de esos libros que dan ganas de releer) prometo poner un poco de orden en los capítulos.

Y una nota personal: yo solía decir que nací con el rock and roll, es decir el mismo año en que Elvis Presley grabó su primer disco. Pero 1953 no solo fue el año en que murió Stalin, biennnnn, también fue el año en que salió a la venta el primer PLAYBOY. ¡Qué gran fecha 1953! 

sábado, 4 de febrero de 2017

874. UN EVEREST DE SABIDURIA



Estando aislado cerca de Perpignan, en el verano del 2009, conseguí leer de un tirón el primer volumen de LOS ENEMIGOS DEL COMERCIO.


Lo hice como un atracón de historia sobre la antigüedad cuando no era consciente aún del grandioso proyecto de sabiduría en el que me había metido. Adquirí el segundo volumen en cuanto lo publicó Escohotado, pero estuvo mucho tiempo a la espera en la estantería de la biblioteca hasta que el verano pasado me lo llevé como único libro a las vacaciones en la Isla de Reunión y me puse al día en la revolución francesa y en el pavoroso siglo XIX.


Empezado el 2017, el año de la revolución comunista, he comprado el tercer volumen y esta vez he empezado a leerlo poco a poco, dos o tres páginas por día, deteniéndome en los personajes, los lugares, las citas de los volúmenes anteriores...,  como quien ya disfruta del éxito de la expedición y no tiene prisa alguna por llegar al final. El final ya se sabe y los acontecimientos son tan próximos que casi estás leyendo sobre tu propio tiempo.


Hasta aquí hemos llegado. A un tiempo en que el mercado capitalista ha llegado a poner el precio del dinero en cero y una de dos, o la historia se ha parado y vamos a ser ya felices para siempre, o viene pronto una hecatombe.

Muchos no podréis poneros a leer estos tres grandes libros (escritos en muchos tramos con un lenguaje excesivamente abstracto, irritante o sarcástico más propio de artículos de lucimiento que de verdadera pedagogía  / como una gran montaña en la que se pierden los senderos...) por vuestras muchas ocupaciones. Tiempo habrá, que la vida es larga. Pero para haceros una idea del alcance de la obra, está bien escuchar esta media hora de diálogo entre Federico Jiménez Losantos y el autor que promete dos capítulos más (aunque Jiménez Losanto está bastante pesadito y hasta irritante cortando a Escohotado más de la cuenta).


miércoles, 18 de mayo de 2016

844. ENSAYOS. LEWIS MUMFORD



Como tanta otra gente en este país, trato de combatir el desánimo que produce nuestro panorama político con el fácil recurso de la risa, pero sea porque me falte la inspiración y no tenga yo mucha gracia, o sea porque no es suficiente ni mucho menos reírse con la que nos viene encima, lo cierto es que parece hoy más necesario que nunca buscar la compañía y el consuelo de grandes libros como este mismo que ha vuelto a poner a Logroño en el centro de las letras universales en lengua española.

Compré los Ensayos de Mumford con el orgullo y satisfacción con que suelo comprar los libros de Pepitas de Calabaza, pero igual que me ha pasado con otros libros de esta editorial tan entrañable, nunca he sabido cuál era el momento más oportuno para hacer algún comentario de los mismos.

Ya saben que no juego a hacer reseñas de nada ni a dar más lecciones que las de mi oficio, y como dice mi viejo alumno y editor de Pepitas, mis blogs no son más que "cuadernos de apuntes" personales. Pero llegado el caso (llegado el momento del entusiasmo) no puedo reprimir el deseo de decir: compradlo y leedlo, porque ahí está, si no la solución a nuestros problemas, cuando menos el verdadero consuelo.

A artículo por sentada, leí la pasada semana los nueve primeros ensayos del capítulo 1 como quien cursa la asignatura de Los Fundadores de Norteamérica, es decir, con el aburrimiento propio de quien va a las clases de un viejo profesor. Descubrí a algunos artistas desconocidos y repasé a algunos de mis poetas favoritos, como Whitman. Y en el último ensayo, del que apenas entendí nada, hasta me emocionó que el autor anduviera buscando alguna referencia intelectual para poder entender el tiempo que le tocaba vivir

Pero ayer martes 16 de mayo, empecé el capítulo 2 por el ensayo sobre Jesús, y el libro me empezó a temblar en las manos. Con todo el cristianismo que llevamos encima, nunca había leído una reseña crítica sobre la figura de Jesús tan impactante y con tanta altura de miras como la que escribió Lewis Mumford en el atribulado año de 1944.

Los Ensayos es un libro caro, voluminoso y no siempre entretenido, pero cuando estás leyendo un artículo como el que Mumford escribió sobre Jesús y te lamentas de que llegue la última línea del mismo para tener que cerrarlo ya (porque es imposible pasar a leer sobre otra cosa), te das cuenta de que ya sólo ese artículo justifica tener ese libro en uno de los mejores lugares de tu biblioteca.


viernes, 29 de abril de 2016

839. CON CONFIANZA


"Todo está ordenado, o en su defecto, equilibrado, ritmado, y si de buenas a primeras no lo está o parece no estarlo todavía, basta entonces con aguardar, o bien por el contrario, con aplicarse a ordenarlo, con ingeniárselas por equilibrarlo y recomponerlo todo a conciencia y con tesón, con riesgo y apreturas tal vez, pero en cualquier caso con confianza".

Parafraseo un poco este párrafo de la segunda página de UN MUNDO EXASPERADO de José Angel González Sáinz para darme ánimos en un día exasperante, y para recomendar encarecidamente su lectura a los que por casualidad caen por este blog. Veinte años después de haber sido escrito, compré la semana pasada otra vez un ejemplar por haber dado o perdido el mío, y he comprobado con estupefacción que aún va por la primera edición (!!!). Andad e id a comprarlo. Y leedlo bien despacio: aunque sólo sea para restablecer un poco el orden o el equilibrio del mundo.

martes, 1 de marzo de 2016

811. COTO A LA INMEDIATEZ



Siempre he tenido aversión al teléfono. Bueno, al teléfono no, que sólo es un invento inerte. A lo que le tenía manía era a la falsa inmediatez que produce. Me llaman, contesto, y de repente parece que estamos juntos, conectados; pero yo tenía la cabeza en otro sitio y la llamada, en principio, no ha hecho sino importunarme.


Para ponerme en contacto con alguien querido que está muy lejos, yo siempre he preferido las cartas. Al ponerme a escribir abro un tiempo en mi vida y se lo dedico al destinatario, quien a su vez, interrumpe cuando quiere sus quehaceres para leer mi carta y, acaso, contestarme.


La llegada del mail electrónico ha puesto en riesgo esas tranquilas secuencias del tiempo entre los corresponsales porque el envío y la recepción inmediata pone en apuros al receptor, que se ve impelido a contestar en el acto: algo así como si el mail fuera una llamada telefónica. 


Para disipar cualquier duda en el imperio de la inmediatez llegó el whatsapp y tras su primera fase de puesta en funcionamiento, apareció la indicación de haberlo recibido y abierto, lo que te deja completamente desarmado frente al emisor. 



Con la escritura pública pasó otro tanto. En el principio,creó Dios el libro, y vio que era bueno. Pero los escritores siempre nos impacientábamos mucho por la cantidad de tiempo que mediaba entre  nuestra escritura, la edición y los lectores, e inventamos el periódico. 

  
Claro que, no siempre el director del periódico publicaba nuestro artículo al día siguiente de haberlo escrito, o mucho peor, a veces no lo publicaba. 



Para solucionar eso se inventó el blog. Y todos creímos que era bueno. Muy bueno. Pero...¿bueno de verdad? 

Mmmm. Más que bueno era inmediato, como el teléfono, claro que... ¿no habíamos quedado en que el teléfono era abominable?

Aunque mucho de lo que escribas públicamente sea únicamente para ti mismo, siempre te queda  el gusanillo de que alguien te responda. Siempre esperas algún tipo de respuesta. Y como las más de las veces esa respuesta tarda, la escritura de edición inmediata se convierte en una desesperante y continua experiencia de espera. 

Bueno, pues en esas estaba yo, inquieto y desasosegado, preguntándome: ¿cómo compensar ese permanente estado de espera? 

Muy fácil, pensé: poniendo coto a la inmediatez de la edición. Escribiendo ahora y editando cuando sea. Por ejemplo, a fin de mes. 

Y eso he empezado a hacer con todos mis blogs. No sé si habré acertado pero de momento, me siento mucho mejor. Por lo menos ya no tengo prisa por escribir. 




jueves, 10 de septiembre de 2015

790. OFENSA PERSONAL


...a los españoles no les gustan nada los programas culturales ni la cultura en general, es un terreno que les parece profundamente hostil, a veces tienes la impresión, cuando hablas de cultura, de que se lo toman como una especie de ofensa personal)

Daniel 1,19
Michel Houellebecq
Posibilidad de una isla




viernes, 12 de junio de 2015

782. EL ARTE DE ESCRIBIR



(viene del post anterior)

Sobre la forma de escribir, Richard Ford hacía hincapié en el poder de las frases y sobre todo en el poder de la primera frase. Yo escribo frases y frases en folios y folios, dijo; luego, la escritura es empezar con una de ellas y seguir. Todo está en las frases. 

Yo, sin embargo, nunca escribo así. Yo escribo pensando en la importancia de lo que voy a decir y no en las frases, No en la forma de las frases.


Ayer (22mr92) leí en un viejo País-Libros una reseña sobre la obra de Jünger en la que, analizando sus textos, se destacaba la intencional ausencia de adjetivos: lo importante es nombrar la realidad, filtrarla a través de los nombres y no cargarla con los adjetivos de nuestra subjetividad. 

Si quisiera tenerme por escritor, al acabar de escribir cosas que creo importantes debería ponerme a quitarles adjetivos, y aún mejor, a reescribirlas en frases más elaboradas o cuando menos, mejor construidas.

jueves, 11 de junio de 2015

781. LA SOLEDAD



El lunes de la semana pasada (16mr92) leí en un número atrasado de "El Europeo" una entrevista a Richard Ford. En principio pensé que no era muy buena y no hice fotocopia ni la guardé. Pero luego, durante la semana, me han regurgitado varias veces dos de las confesiones que Ford hacía. Una, sobre sí mismo; la otra, sobre el arte de escribir.

Para explicar su manera de entender la propia soledad, Ford contaba, cómo, en cierta ocasión, le dio a leer a su esposa un manuscrito suyo, y vio que mientras lo leía, se le saltaban las lágrimas: ¿es cierto que te sientes tan solo; que a pesar de vivir conmigo felizmente casados, te sientes tan solo? -le dijo su mujer al acabar de leer el manuscrito. Sí, le respondió Ford con la mayor serenidad. No es problema tuyo ni mío. Es que es así, siempre es así. 

jueves, 19 de marzo de 2015

773. ALPINISMO BISEXUAL - 2013 - SIMON ELIAS BARASOAIN



Tenía una ligera noción (la que da la prensa y algunos breves comentarios de la calle) de las gestas alpinistas del hijo mayor de Luis Vicente Elías, pero no sabía mucho de su vida salvo que cuando venía por Logroño tonteaba (o algo más) con una vecina. Fue en la presentación de un libro de Pepitas de Calabaza, concretamente IRSE A MADRID de Manuel Jabois (v Spyp 227)  cuando me enteré de que tenía veleidades literarias. Julián Lacalle organizó el evento dándole a Simón Elías el papel de presentador del nuevo fenómeno del columnismo español, y en comparación con sus propios éxitos deportivos, a mí me pareció que Simón estuvo mucho más torpe que en las paredes.

Dos años después Pepitas de Calabaza (noviembre del 2013) le editó tres docenas de los artículos que había venido escribiendo por aquí y por allá sin yo enterarme. Eché una ojeada a varios de ellos, sentí escaso interés por su estilo o por sus poses narrativas, y pasé de comprarlo.

Siempre he creído que cuando se va a la montaña, o se va de viaje, o se va de la civilización y a la aventura, se contrae la obligación de contárselo a los que se quedan en casa. No sé si es obligación con los sedentarios u obligación consigo mismo (para explicarse por qué se va) pero compromiso al fin y al cabo. De siempre me han gustado los libros y conferencias de los montañeros y guardo un recuerdo imborrable de cuando por vivir en Bilbao tuve la suerte de ver y escuchar en persona a Reinold Messner, a Patrick Vallensant o a Gaston Rebuffat. ¿Por qué rechazaba yo ahora los relatos del gran Simón? ¿Porque era de aquí al lado? ¿Porque le conozco desde que era un pequeñajo?

En noviembre del año pasado, el novio de mi hija, también montañero y escalador (aunque no del nivel deportivo de Simón), me avisó desde Valencia que Simón Elías iba a dar una charla en la Semana de Divulgación de Deportes de Montaña de Alberite y allí me presenté. La sala estaba abarrotada y el público entregado (condiciones que nunca me han parecido idóneas para admirar a alguien) pero aún así, salí entusiasmado. Como siempre me he admirado de la enorme diferencia que hay entre la torpe y académica escritura de su padre y su increíble gracia oral, creí reconocer que, aventuras extraordinarias mediante, en Simón se daba multiplicada por diez esa gran diferencia y contradicción entre una escritura, no voy a decir torpe pero sí poco convincente, y una puesta en escena verdaderamente seductora.

Reconciliado con mi vecino y héroe alpinista, hace unas semanas pasé por el librero y me traje para casa su ALPINISMO BISEXUAL que he leído un poco como a saltos y de forma irregular porque... aunque mi disposición fuera ahora la mejor, tampoco me acababa de convencer. Sí, los contenidos eran divertidos, novedosos y variados, y la narración ágil y hasta vibrante, pero seguía habiendo algo en su escritura que no me llegaba aunque no sabía muy bien qué era.

Saludé a Simón en la conferencia de Alberite y después de la misma le pedí que me agregara como amigo en facebook (ojalá que no me borre si encuentra estas líneas...), de modo que ahora sigo de cerca sus andanzas por Chamonix a través de ese tipo de mensajes superficiales y fotos maravillosas que son la forma de comunicación que se está implantando últimamente. Una forma de comunicación de saludos constantes, jijijis, jajajas, bravos, eres un crack, etiquetas, poses y banalidades que quizás contengan la clave de las dudas que me asaltan respecto a su libro. Porque cuando uno va a la montaña para huir del mundo y profundizar en sí mismo, y luego vuelve arrastrado por ese vendaval de mensajes, Ilikes y relaciones que ha creado facebook, me da que algo raro pasa. Y que ese algo que aún no sé muy bien cómo definir ni contar, sea lo que también está en el libro.


lunes, 20 de octubre de 2014

756. LA ESPERA SE RETRASA - 2014 - ANTONIO F MARIN



Sobre Antonio F Marín y nuestro encuentro personal en Cieza ya di cuenta en el sPyP 211. Lo enlazo para quien quiera saber sobre él y para no repetirme. De vuelta de este último verano encontramos en internet que Antonio había publicado una nueva novela y que la tenía en Amazon por 1,53€. Yo tenía bastante abandonado lo de leer en pantalla, asunto al que le dediqué algún sPyP cuando parecía que me iba a pasar a ese medio de lectura (v sPyP 204), un abandono motivado, entre otras cosas, por los líos que me hacía al intentar descargarme los libros al ebook o a la tablet. Por aquello de probar a ver si las cosas habían mejorado y por dar con gusto mi óbolo a Antonio, entré en Amazon y en cuatro clicks ya tenía LA ESPERA SE RETRASA en la app Kindle de mi móvil. Alegría técnica que no encontró eco cuando empecé a leer una novela que, de entrada, me pareció mucho menos cuidada que las dos en papel que leímos cuando le conocimos. Ahora bien, pasada la primera (y mala) impresión, a pesar de ser más rapera (más pesado en las repeticiones) y con más erratas (más desastrada), la experiencia chapucera de leerla en el móvil me parecía que encajaba bastante bien con el contenido y la forma, así que en vez de economizar mi tiempo y dar ya por bueno el óbolo entregado, seguí leyendo hasta caer en la trampa de un argumento o una obsesión que me pareció digno de alguna reflexión. La historia de un tipo que se ve atrapado en una doble relación con una sumisa y una dómina, me llevó a pensar que el peldaño inmediatamente inferior al amor en materia de relaciones macho/hembra es justamente el juego o rol de dominación/sumisión. Digo inferior no por la intensidad con que se pueda experimentar el sexo sino por la dificultad que entraña todo diálogo sostenido en la relación paritaria entre un hombre y una mujer. Roberto, el protagonista de LA ESPERA se encuentra relacionándose a la vez con una sumisa que le acosa para convertirlo en suyo y con una dómina a la que cede para hacerla suya. El amor o la posesión aparecen en el horizonte de ambos tipos de relación, pero como Antonio no está por el amor o la posesión, decide que es mejor que el protagonista acabe como todos los que se han metido en ese juego fatal... De la recíproca y más interesante situación, es decir, la de usar el juego o rol para compensar la pérdida o agotamiento del amor en una relación de pareja no creo que se hayan escrito muchos relatos. Entre otras cosas porque esto de la dominación/sumisión me da que está en mantillas, sobre todo en nuestro país. Los blogs han aportado muchas inquietudes y algún pequeño relato personal, pero creo yo que todo (o casi todo) está por contar (por pensar). Y ya no digamos en cine: como se ha demostrado varias veces en este mismo blog y en su hijo el spycin, película de dominación/sumisión que hemos visto, decepción al canto. No seré yo quien recomiende a nadie la lectura de LA ESPERA SE RETRASA porque es una novela de escritura tan chapucera que para leerla entera, una de dos, o hay que querer mucho a Antonio o hay que tener cierta curiosidad por ese peldaño inferior al del amor. Y mientras el amor sea la aventura más difícil, siempre será la aventura que yo recomiende. Todo lo cual no quita para seguir apreciando a Antonio exactamente igual que antes, y para pedir que, si podéis, le deis el óbolo a través de Amazon por todo su esfuerzo personal y su trayectoria escribidora.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

751. PIEDRALÉN, CARLOS GIL ANDRÉS, 2010



Vientidos euracos, veintidos, pagué este verano por este libraco porque un amigo, gran escritor mundial, me dijo que en La Rioja había otro escritor (local) que había escrito sobre la misma montaña de Cervera que él en parecidas fechas. Pero resulta que el escritor local es sobre todo historiador (ah) y por encima de sobre todo, de izquierdas (ah ah) y al final (o por el medio del libro) va uno y descubre que no está leyendo la historia de un campesino anónimo de Cervera sino el libro de un historiador local que aspira a ser escritor mundial, o sea, que escribe sobre sí mismo, ...como yo en el blog, vaya, pero no gratis sino a 22 euros la pieza. Que es diferencia. 

De entrada tiene un prólogo de algún mentor suyo en historia que echa para atrás, lo cual ya es un serio aviso de que habrá que separar el trigo de la paja. Que el libro te interne en la guerra de Cuba de la mano de dos desertores de Cervera del río Alhama que intentaron en vano escapar de tan injusto y lamentable destino, es suficiente como para curiosear y arrancar a leer, pero cuando el Autor descubre (y nos cuenta) que su campesino anónimo y rebelde vuelve de la guerra, se instala en Cervera y se convierte en un hombre de orden (de derechas), el pobre Autor se lleva una decepción enorme y casi continúa su investigación con desgana, o seguramente, para seguir hablándonos de sí mismo más que del pobre descarriado. (Aquí el firma:).

 
Y es que se ve que en la cabeza de un historiador de fin de siglo no cabe que la rebeldía contra la injusticia de las levas para una guerra estúpida pueda tener continuidad con esa otra rebeldía que considera injusto que todos tengan lo mismo cuando unos se esfuerzan y trabajan más que otros y se merecen más que otros, o cuando uno considera que el deseo del orden es la mejor razón para ser rebelde.  

Por lo que he oído por ahí, Carlos Gil Andrés ya tiene un nombrecito y recibe encargos como escritor, lo que no deja de ser un milagro ni aún escribiendo para los pocos izquierdistas que aún compran algún libro. ¿Pero que lo haya comprado yo? ¿Que haya pagado yo 22 euracos por esa historia, qué digo historia, por un juicio a un hombre de pueblo con una sentencia deleznable (véase pag 350) y haya invertido yo un buen puñado de horas de este verano en su lectura? Hombre, eso tampoco tiene perdón. 

Lo vendo por 10. O por 8...  Y si me apuráis un poco, por 4. Qué por cuatro, por 2. Menos no, hombre, que el papel sirve para encender la chimenea en invierno. Y a falta de periódicos... buenos son libros. 


domingo, 7 de septiembre de 2014

749. LA RIOJA CONTEMPORANEA. COMPENDIO HISTORIAL 1784-1996. FRANCISCO BERMEJO, 2013



Dejé este blog a comienzo de verano comentando un libro y vuelvo con otro, pero válgame dios que no quiero que después de echar de aquí a la música (spyMUSIC) y al cine (spyCIN) por pelmas y acaparadores, me empiece a poner yo pesadito con los libros. Bastante pesados son ya los libros como para que encima contagien a los blogs. Esto va de leña al PP, o sea, a la Política y al Periodismo, y todo lo que se salga de ahí..., mmmm, a otro blog. Pero mira por dónde que por ser este libro que acabo de leer una especie de compendio (pesado) de política y periodismo y encima local (ahhh), me da que va a tener todo el derecho a estar aquí.

Coincidí alguna mañana con Paco Bermejo en el Archivo del Ayuntamiento cuando yo hacía mi GUIA DE LA ARQUITECTURA DE LOGROÑO y él recopilaba datos de viejos festejos del frontón Revellín  para sus historias. Nos presentaron y apenas cambiamos cuatro frases de cortesía como colegas en esto de la investigación. Luego creo haberle visto rondando por la calle San Juan o por Piedra del Rayo algún día más, pero eso es todo. En marzo de este año, al pasar por la librería vi el título de un libro suyo y por aquello de la buena vecindad me dije, ¡hombre! a ver qué cuenta.

En condiciones normales no lo hubiera leído (en una divertida solicitud para ser presidente del Instituto de Estudios Riojanos ya expuse como uno de mis mayores méritos el haber comprado un montón de libros sobre temas riojanos y no haber leído ninguno), pero de vuelta de los fatigosos viajes veraniegos me refugié en mi caótica biblioteca y me puse a leer lo primero que pillé a mano sin preocuparme mucho de lo que leía. Y en fin, para cuando quise darme cuenta, me daba pereza dejar sin acabar el libro de Bermejo. Un libro de Historia de la Rioja (que valiente me importa) basado en la lectura de muchos periódicos (cosa que no puede ser buena).

Entendámonos, la Historia me importa, ¿que persona medianamente culta puede decir que no le importa la historia...? "émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo porvenir" ¿o los historiadores? "habiendo y debiendo ser puntuales, verdaderos y no nada apasionados, y que ni el interés ni el miedo, el rencor ni la afición no les haga torcer el camino de la verdad" (Cervantes, Don Quijote, cap IX). ¿pero Historia "de la Rioja"? ...como si esa invención territorial habida para crear un montón de sueldos fuera un sujeto de suficiente interés como para tener su historia? ¿A quién le importa la entidad histórica de la Rioja si no es para justificar todos esos cargos y carguitos de pingües sueldos? A mí desde luego no.

Pues bien, Paco Bermejo, como si estuviera haciendo una de esas Historias pagadas por las Cajas de Ahorros (o contagiado tiempo atrás de ese modo de hacer historia por encargo), convierte la creación de la entidad provincial y autonómica en la columna vertebral de su libro -como si el destino de todos los grandes hombres de esta provincia (políticos) fuera el traer a la vida (a la Historia) esa cosa llamada Rioja (para acabar cobrando buenos sueldos por ello). Ahora se entiende lo que me importa el libro. O esa Historia.

El grueso del libro es más simpático pero en cuanto sabes que las páginas están sujetas por esa columna vertebral tan artrósica, como si Paco tocase las castañuelas. Pero vamos con las fuentes. Investigando en las hemerotecas para intentar recomponer la desmemoria de los años de Franco, cuenta Paco Bermejo que un joven le advirtió: "¿y se fía Vd. de lo que pone en ese periódico? pag. 235). Bermejo se aparta entonces de la columna vertebral mencionada y trata de responder a esa pregunta con una meritoria reconstrucción de la barbarie del bando ganador dando la lista de los cabezas de la misma, es decir, los gobernadores civiles, empezando por el siniestro capitán Emilio Bellod Gómez. Pero ese desplazamiento ocasional del eje del libro como respuesta a la ingenua pregunta del joven no deja de ser una concesión más (una concesión político periodística) al intento de revancha histórica sobre el desenlace de la guerra civil, haciendo que en la derrota del campo de batalla y en los fusilamentos se mezclen los asesinos con los soldados y se conviertan todos en mártires. Como yo no soy historiador, desde mi ignorancia me atrevo a decir que lo más novedoso del último periodo histórico que el propio Bermejo reconoce no saber contar, quizás sea el propio hecho de vivir sin guerra ni amenazas, haberse abolido el ejercito popular y estar en franco proceso de desmilitarización. Pero que ahora no haya guerras no quiere decir que las olvidemos o aún peor, que las convirtamos en una historia (historieta) de buenos y malos.

La respuesta a la pregunta del joven seguramente es más profunda y una vez más es gracias a mi ignorancia que me atrevo a soltarla: los periódicos no son más que la primera escritura de la historia, la más interesada, la más falsa, la más ciega, la más ajena al tiempo. Historiar como pedía Cervantes, hacer que la historia sea la "émula del tiempo", seguramente sea pensar con un poco más de profundidad para poder corregir lo que dicen los periódicos. Y para eso, el peor camino es escoger como protagonista a un trozo de territorio y tener como referencia (al menos en el último siglo y pico) a las hemerotecas de un periódico que compite por su nombre.


martes, 8 de julio de 2014

748. CHARLES BURNEY - VIAJE MUSICAL POR FRANCIA E ITALIA EN EL SIGLO XVIII



Como leo cada vez menos, aún no se me ha ocurrido sacar la sección de mis lecturas a un posible spyLIBROS, aunque sólo con pasar a limpio las reseñas que tengo almacenadas en cuadernos de cuando leía más, ya daría para otro blog. Por otro lado creo que cada vez escribo más zafio y peor, así que cuanto menos escriba, menos daño le haré a la lengua y al conocimiento. Pero bueno, alguna cosilla, cuando menos, tendría que decir de algunos de los libros que pasan por mis manos y consigo leer enteros, como este de Charles Burney que descubrí gracias a la reseña, cómo no, de Javier Fernández de Castro. Me extrañó (e indignó) que ELPAIS, siendo el dueño del Boomerang, no pasara al periódico su reseña y publicara semanas después una de calidad bastante inferior. Seguro que es por alguna política editorial que condena a los mejores al ostracismo de la red.  Pero en fin, hablemos mejor del libro. O de la reseña de Javier. Una reseña es cosa breve y sintética pero aún así echo en falta en la suya alguna alusión a los momentos más emocionantes del viaje, como el encuentro con Voltaire en su casa cercana a Ginebra, o con Rousseau en París después de su exilio británico. Y en el plano musical, cuando ve a Mozart  en Bolonia asistiendo al mismo concierto que él (!!!). "El muchacho ha crecido mucho, pero sigue siendo bajito" nos dice, porque ya le había visto en Londres hace algunos años. Como esa coincidencia se produce el 30 de agosto de 1770, Mozart ya debía de haber escuchado el Miserere de Allegri (que solo se cantaba en Semana Santa) y haberlo transcrito con una sola audición, aunque lo curioso del caso es que el propio Burney lo publicó en 1771 a su vuelta a Londres (cosa que he sabido por la entrada del Miserere de Allegri en la wiki). ¿Se lo copió a Mozart o se lo sacó a alguno de los directores de la Biblioteca Vaticana? No lo dice en los diarios del viaje el pillo de él. 

La otra cosa que me apetece comentar y que he intentado sin éxito dejar escrito en los comentarios del blog de Fernández de Castro (eso de los comentarios en los blogs no deja de ser una memez) es que el relato de Burney, tan paralelo al de Casanova en muchos aspectos, carece tan radicalmente de lances sexuales o amorosos, que podría ser el perfecto ejemplo de aquel jocoso dicho: ¿Sex? no, thanks, I'm english, ja ja ja. Hombre por dios, el libro es una maravilla, pero es imperdonable que en cuatrocientas noventa y cuatro páginas no haya ni una sola alusión al divertimento u ocupación más apasionante de la humanidad. Mucho más apasionante que la música, por maravillosa que esta sea. Alguna alusión velada a estos asuntos podría encontrarse en su admiración hacia alguna pintura que ve en Nápoles, como esta representación de Rinaldo y Armida hecha por Annibale Carracci, que obviamente, en su libro no consta y que con el texto nada sugiere, pero que gracias a la maravilla de internet podemos ver de inmediato tras una sencilla búsqueda de google. 


Con eso mato dos pájaros de un tiro, porque alguna vez dije en este blog que también iba a poner pintura. Aunque lo que en verdad vengo a decir con todo esto es que cualquier lectura que hagamos en estos tiempos no será de estos tiempos si no hacemos de vez en cuando una visita el ordenador para ilustrarla convenientemente. Y con eso, claro está, las lecturas se alargan y alargan semanas y meses, como me ha pasado a mí con el entretenido libro de Burney.

Por cierto, antes de cerrar, me gustaría mandarle un abrazo y un agradecimiento al editor de Acantilado, Jaume Vallcorba, sobre todo después de que un amigo me dijera hace unas semanas que anda con una de esas enfermedades que apuntan hacia el fin. Tuve la suerte de que me lo presentara hace años en Barcelona otro amigo cuando tomábamos un café en una terraza de la parte alta de Balmes y pasara el buen hombre por allí. Fue un saludo breve, pero tan emotivo para mí como pudieron ser para Burney tantos encuentros maravillosos como tuvo en su viaje.

Y puestos a dar abrazos, otro a Carlos Andrés, el traductor y anotador, cuyo saber musical me deja más exhausto que las más exigentes pruebas deportivas.


martes, 1 de abril de 2014

728. UN LIBRO NO ES NADA



No me extraña que nadie lea, porque los libros ya no son como antes. No son garantía de la verdad. Ni tan siquiera de su búsqueda. Los libros no son más que negocio, y el dato más importante de esa portada es el nombre de la editorial que figura abajo. Lo de arriba es una ficción, un cuento chino. La verdad es el dinero y los votos, entes perfectamente contables. 

¿A quién le importa que fuera el Rey el cabecilla del 23-f si al final fue él quien salió por televisión a pararlo? Lo importante no fueron las intrigas de las llamadas telefónicas y las reuniones de despachos sino el discurso de la tele. Lo que cuentan son algunos hechos (los elegidos para las escenas de la película) y no la verdad. 

Muerto Suárez, Pilar Urbano lo cuenta todo pero no sirve de nada. De entrada porque lo cuenta como una novela, para que no nos creamos nada; pero sobre todo porque aunque sea verdad (y seguro que lo es) no es más que un libro y... ya sabemos lo que es un libro. Nada. Yo no voy a comprar el libro pero me leí parte de la entrevista que ayer publicaba ELMUNDO y al menos resolví la pieza del puzzle que llevaba sin colocar desde el 23-f: ¿por qué Suárez no se tiró al suelo cuando entró Tejero en el Congreso (actitud de dignidad que asombró al mundo y que Vicinzcey puso en su novela UN MILLONARIO INOCENTE?


Porque estaba perfectamente al tanto de la tragicomedia y sabía que le tocaba morir como un héroe. 

Mirad qué publicidad más bonita me ha salido: "ahora ya en sus librerías, LA GRAN DESMEMORIA, de PILAR URBANO, para que ud. tampoco se tire al suelo".




lunes, 17 de febrero de 2014

706. BLOODY MIAMI - 2012 - TOM WOLFE



A un hombre que hizo mofa a gran escala y por vez primera de la tontuna de la arquitectura moderna, y que luego abandonó el periodismo para dedicarse a escribir novelas, se le puede perdonar cualquier cosa. Sólo por eso Tom Wolfe debería estar ya en la galería de hombres sPyP. Como novela contemporánea, la HOGUERA DE LAS VANIDADES no le salió nada mal pero tuvo un par de efectos tan perversos sobre el periodismo en general que los sabios expertos del sPyP no saben si fue peor el remedio que la enfermedad y de ahí que de momento no le pongan en su galería de héroes. A saber (los efectos perversos): 1) todos los periodistas decidieron escribir novelas. 2) en caso de que no se las publicaran amenazaron (y cumplieron la amenaza) de escribir las noticias normales como si fueran capítulos de una novela. 


Tom Wolfe está ya viejecito (ochenta y tres) pero dado que el éxito engancha, le ha dado otra vez a la manivela para hacer una pintura sarcástica de Miami bajo el título de VUELTA A LA RAZA (Back to Blood) título que, como gran productor de cine, Herralde ha cambiado por SANGRIENTO MIAMI para que sepamos que no va otra vez de Nueva York.

Decíamos ayer... que los amantes de la gran literatura le cogieron mucha tirria a Raymond Carver por hacerse célebre escribiendo relatos cortos en los que apenas se contaba nada. Seguramente, los amantes de la gran literatura también le tendrán tirria a Tom Wolfe, más que nada por intruso, porque contar si que cuenta, o sea que se detiene, amaga, esconde, sorprende... y todas esas triquiñuelas de la gran literatura. Ahora bien, no sé si sería porque vi SHORTCUTS mientras me acababa BLOODY MIAMI, pero el caso es que me parecieron como dos caras de la misma moneda. En la una no hay apenas relato y en la otra hay mucho, pero ambas se construyen como un mosaico indefinido que nos podría llevar de Nueva York a Miami y de Miami a Los Angeles sin parar. O sea, como películas corales, o como ese subproducto que domina hoy en día en el mercado de los relatos y las historias: LAS SERIES DE TELEVISION. 

¿Harán con BACK TO BLOOD una película (como las HOGUERA DE LAS VANIDADES) o una serie? Hagan sus apuestas. Hagan sus apuestas.


Con todo lo que cuento yo en mis blogs, me da que nunca he hablado del viaje a Miami que hicimos en el verano del 2011. Toneladas de bits fotográficos yacen en los anaqueles de alguno de mis discos duros esperando que algún día me sorprendan a mí mismo preguntándome ¿pero yo estuve aquí? No recuerdo si pasamos por Hialeah para hacer fotos como la de arriba, pero lo que sí les puedo asegurar es que fui a la calle Ocho a ver ese jardincito de viejos cubanos jugando al dominó que Tom Wolfe describe con mucha sorna. 

Para evitar el aplanamiento del turismo, cuando viajo trato de estructurar un poco los contenidos del viaje, y para ello nada como hacer un dossier previo y contar algo luego. Pero como el viaje a Miami fue un poco imprevisto, creo que es de los pocos sitios donde no hice un dossier antes ni conté algo después. Así que lo tengo todo un poco revuelto. Lo bueno de la novela de Tom Wolfe es que me ha llevado de nuevo a Miami (más que una novela es una pintura espléndida) pero lo malo es que, como más que una novela es un serial, lo sigo teniendo todo revuelto. Es curioso que uno de los países con más personalidad en el mundo contemporáneo sea el país del mayor revolutum. 

Según el título de la novela pareciera que anglos, negros, cubanos, italianos, chinos, etc estén deseando todos volver a la raza (a la sangre) para acabar con ese sueño llamado América. La novela parece expresar un inestable equilibrio que como el de los equilibristas sólo funciona con el movimiento adelante. Como el equilibrista se pare, pudiera ser que se dieran una buena piña. ¿Puede dejar América de ser el actual imperio que hemos conocido? ¿Llegaremos a verlo nosotros? Nunca se sabe pero es divertido verlo en pintura. 


De cara a la SERIE me he puesto a hacer casting que es una de las cosas que últimamente más valoro en el cine. He pinchado en la página de la wiki dedicada a Hialeah y de entre los famosos del barrio, para el agente Camacho me ha salido este jugador de baseball llamado Alex Avila. Para Magdalena tampoco me he tenido que esforzar mucho: Mayra Verónica daría el tipo perfectamente. Y además es actriz. 


Pues nada amigos. A esperar la serie. O la película. O a que yo reorganice mis recuerdos de Miami. O también, a que algún día vuelva a encender los cohetes del sPyPnic y nos vayamos para allá.