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viernes, 22 de abril de 2016

837. JOSÉ MOTA



 Yo no sabía quién era José Mota hasta ayer  pero el vídeo que he insertado no llega a las veinte mil visitas así que no era yo el único. Este otro que les pongo a continuación no llega ni a las siete mil entradas:

 

Dicen que Televisión Española está hundida e igual es verdad, pero a este tío hay que hacerle Presidente del Gobierno. Yo le voto.

 (gracias al blog de Cipriano Torres a quién desde ahora voy a llamar LA TELEVISION SIN CADENAS)

Y... de haber estado mejor informados... ¿no podríamos haberle elegido hace cinco años cuando hizo este otro vídeo?:

 

martes, 13 de mayo de 2014

739. EUROTELEVISION






Otro año más sin ver Eurofisión. Qué pepena. Desde que descubrí que era un reducto gay y un canto a Uropa me dije que tenía que volver a verlo, pero ni por esas. Es que solo con encender la tele ya me da calambre. Pero como vifimos en tiempos de internerd, no hay más que darle al youtube, cling, y ahí está nuestra ruz cantando a Eppaña in inglis. Qué guay.

Fuera bromas, como no podía ser de otro modo, la canción eppañola es un truño y el estripillo ese de Daaaancin in de reinnn, se te indigesta cual cebolla cruda en la primera audición, pero hay que reconocer que la Ruz tiene un xorro de voz y que a fuerza de darle al xorro casi te mociona. Pero canción y cantante aparte, que eso es lo de menos, con lo que he lucinado es con la decoración... toma! toma! toma! y con el nivelazo al que ha llegado la televisión en todo eso de la luz (de ahí el alucine) y los efectos visuales.

Ya venía yo observando en anteriores vestifales que la jrandeza de los escenarios era como un órdago del país orjanizador al resto de Uropa (¡aquí estoy yo!); pero como cada año son más apabullantemente impresionantes también pudiera ser que fuera una misma empresa especializada asociada al circo eurovisivo la que lo monta siempre importa poco donde. Sea como fuere, el caso es que después de ver un spectáculo de tal calibre da uno en pensar en las enormes posibilidades y en la gran capacidad de transformación y sugerencia que se pueden conseguir ahora con la luz, las cámaras y demás efectos visuales, y lo anticuadas que se han quedado las viejas artes escénicas de la arquitectura, la pintura y la escultura. Ay ay, es como para pensar que con lucecitas, focos, cámaras y retroproyectores se podría convertir un truño de ciudad en un paraíso de ensueño (!). El viejo luz y sonido pero a lo jrande.

El año que fiene no me lo pierdo...




miércoles, 19 de diciembre de 2012

500. CELEBRACION



Invito a un cigarrito para celebrar el número 500 del sPyP Blog.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

446. TELEPOLITICA



Cualquiera que sepa quien es Aristóteles, tiene a la "política" por una rama de la filosofía, o en general, del pensamiento. Todo aquella búsqueda de argumentos, todos los desarrollos lógicos o razonamientos que tengan que ver con el gobierno de la polis (luego de "lo público") podríamos considerarlos como "política".

Cierto que las religiones, más dadas a la fe que a las razones, echaron durante siglos un manto de oscuridad a la poca luz que nuestras razones podrían alumbrar en torno al gobierno de lo público (bueno, echaron no/ no hay más que mirar lo que pasa actualmente en el mundo árabe para desdecirse de usar el verbo en pasado), y que después de las religiones vinieron las ideologías (más dadas a la fe en ciertas "ideas" que al ejercicio del razonamiento) y también empañaron el asunto, pero a mediados del siglo XX apareció un invento tecnológico, la televisión, que ha derivado la política en otra dirección.

La facilidad con la que los gobernantes podían comunicarse con la ciudadanía o debatir entre sí, hizo pensar que la televisión podría ser cosa buena para la política, pero dado que los razonamientos (lastrados aún por tantos siglos de religiones e ideologías) suelen ir mucho más despacio que las demandas del invento, las televisiones han convertido la política en un juego permanente de posicionamientos espejo de lo que comúnmente se denomina "telebasura".

No es mía la idea, sino que me la sugirió mi amigo José Angel este verano: "habrás observado, Juan, cómo en los programas de la telebasura se educa a la gente para que tome posición mucho antes de razonar. Es decir, para guiarse por sus gustos, apetencias, sentimientos, semejanzas, etc, en vez de observar, pensar y debatir. Y aunque parece que debaten, en realidad, solo gritan en defensa de su posición tomada previamente".

Me han venido al recuerdo estas palabras porque tras la reciente dimisión de Esperanza Aguirre me he entretenido en leer los comentarios de la gente, y me ha desalentado ver que entre el odio más furibundo y la admiración más incondicional, no había apenas nada intermedio, nada de razones, nada de política.

En una de las primeras entradas de este blog ...inicialmente dedicado al periodismo y la política..., ya apunté, y casualmente con la misma protagonista, que los políticos no son ajenos a la conversión de la política en telepolítica, pues además de que las televisiones son suyas y son ellos los que sostienen los presupuestos de la telebasura, me temo que hoy en día, para ser político, la condición imprescindible no es estudiar política y razonar sobre política sino querer salir en la tele, para que, a la vista de su gracia torera la gente se posicione, bien a favor o en contra. 










martes, 21 de febrero de 2012

337. RETRATO (OBVIAMENTE AUTORIZADO) DEL ARTISTA GIL BERA


No sólo "autorizado" por el artista, diría yo, sino incluso, ¡¡¡¡¡ protagonizado !!!!

Aquí.

Son veintiocho interminables minutos de lo mejorcito que da la televisión de sí misma, y de los que a Eduardo Gil Bera le tocan la mitad, por lo que no se los recomiendo a nadie a menos que quiera certificar y lacrar la artisticidad del sabio de Narbarte. Los lectores que aprecien su tiempo pueden darse por satisfechos viéndole posar junto a la fuente del claustro de la catedral de Tudela en el minuto cuatro del vídeo, y .....ja ja ja ja ja.

Una vez realizada la científica demostración me sobrecojo yo mismo al releer el último párrafo que escribí hace más de diez años cuando me deshacía en elogios a Gil Bera, y que volví a publicar no hace mucho justamente aquí. Sólo el último párrafo. Es impresionante.

Como impresionante es experimentar que a partir del momento en que te das cuenta de que el que escribe es un "artista", sus textos, antes maravillosos, se te vuelven insípidos y plomazos. Es lo que me ha pasado con sus dos últimas entregas en el boomeran: "Breve noticia de dos guillotinados" y "La ley, viva la ley, siempre la ley". Por no hablar de la "Vasconiana", aburrida nota científica del así llamado "conflicto vasco". La llamada a los Helenistas del post de ayer para que le hagan caso una vez que ya tiene en las librerías el libro de Homero/Tales me da que traspasa la línea de lo saludable (artísticamente o no).  


jueves, 26 de enero de 2012

311. BAD WYOMING



Un poco de periodismo, televisión y mala gente para joder un poco. Con algo hay que entretenerse ahora que nos han quitado megaupload y las demás nubes de cosas buenas han ido cayendo durante la semana por efecto dominó. Echad un vistazo a los siete minutos de vídeo que incluye esta noticia y veréis el nivel de degradación que alcanza la cosa. 

Desde que echaron a Hermann Tersch del ElPaís no le sigo mucho en el ABC, y seguramente se habrá ido deteriorando y haciendo mala baba. Pero no me esperaba que estuviera metido en ese penúltimo peldaño de la degradación del periodismo llamado TWITTER. Detesto el fondo y el estilo de estos matones que van de payasos para llamar a sus masas rientes  y aplaudidoras a iniciar un linchamiento (no equivocar un linchamiento con el comienzo de un linchamiento, como hace Libertad Digital) pero se lo tiene merecido Tersch por escribir tuits. 

No hace una semana que un amigo/conocido al que no tenía por tonto me dijo en un bar si no veía yo los programas del "gran Wyoming" porque era uno de los personajes más inteligentes (¿dijo brillante?) de la televisión. Para decirle que no, me hice el tonto o el que está en otro mundo. Después de ver estos siete minutos mejor no encontrarme con él hasta que se me hayan olvidado.