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martes, 1 de marzo de 2016

817 GEORG WILHELM FRIEDERICH HEGEL Y... EL TEMPLO MALDITO



"Por sorprendentes que sean las construcciones que acabamos de describir (¡y el capítulo anterior estaba dedicado a los templos egipcios!), la arquitectura subterránea, tan habitual en los pueblos de Oriente, hindúes y egipcios, todavía parece más extraordinaria y sorprendente. Todo lo construido sobre el suelo no puede compararse a las construcciones subterráneas que se hallan en la India, Salsette, frente a Bombay, en Ellora, en el Alto Egipto y en la Nubia. (...). Servían como lugares de reunión, catedrales subterráneas, tenían por objetivo provocar el nacimiento del fervor religioso, contribuir al recogimiento del espíritu, y eran ricas en alusiones simbólicas; estaban compuestas por columnatas, esfinges, memnones, elefantes, ídolos gigantescos que, tallados en la roca, formaban cuerpo con éstas, pues en tales excavaciones había que ahorrar espacio. Algunas de estas construcciones eran accesibles por la pared de roca delantera, ampliamente abierta; otras, totalmente oscuras, eran iluminadas por teas o por una abertura en lo alto".

Hegel. La arquitectura. ed Kairos, Barcelona 2001, pag 61 y 62




No he podido evitar la asociación de imágenes. Lo siento (ja ja ja...). Pero es que no tengo ni idea de las láminas o descripciones que pudo manejar Hegel a comienzos del siglo XIX para describir esas arquitecturas tan... sorprendentes. Y no tengo noticia de que viajara a la India o al alto Nilo. Yo sí estuve en Abu Simbel, pero no es momento ahora de rebuscar entre aquellas fotos tan conocidas por todos. Otra cosa son los templos rupestres hindúes.  Hegel hubiera dado un ojo por ver la peli de Indiana Jones y el Templo Maldito o por tener internet para dar con las fotografías que Agustín Gil y Eneko Pastor  han colgado en la página fotoAleph. El spyp os da el enlace y os desea un exitoso enaltecimiento de vuestro espíritu (las páginas 18 a 23 corresponden al Ellora que menciona Hegel/ y por si queréis viajar directamente a las Cuevas de Ellora os dejo también un enlace de ubicación al final del post y unas fotos de muestra de Panoramio). Otro día vamos a la isla Elephanta en el puerto de Bombay o a las cuevas de Salsette al norte de esa monstruosa ciudad: que Hegel podía no haber viajado pero no estaba para nada perdido.







814. LOS MEMNONES



Aunque en el titular diga que esto es un blog de periodismo y política la mayoría de las entradas son un olvido de la política y el periodismo porque si no, menudo muermo. Hoy por ejemplo volvemos a cogernos de la mano de Hegel para revisitar los colosos de Memnon que vimos y fotografiamos en aquel agitado y ajetreado viaje por Egipto de la semana santa del 2005. Qué risas hicimos ante la catástrofe monumental y turística del patrimonio de la antigüedad. ¡Qué vuelva el imperialismo inglés! gritábamos entre risas. Bueno, pero escuchemos a Hegel, que esta vez no lleva en sus manos la guía de Herodoto sino la de Estrabón. Ahhh. Ahí nos ha pillado. ¿Quién era Estrabón? ¿Y qué contaba de los Memnones, Pues que una de ellas resonaba al salir el sol... !!!! y eso, al parecer, le tenía entusiasmado a Hegel.

La wikipedia da una interpretación más científica al fenómeno sonoro de uno de los Memnones, y por lo tanto, menos entusiasta que la de Hegel. Se ve que en tiempos de Estrabón (siglo I aC) un terremoto movió uno de los Memnones y cuando salía el sol y se calentaba la piedra, se evaporaba algo de agua subterránea provocando ese sonidillo que tanto animó a Hegel a decir de ellas que "la importancia e interés de esta estatua sonora no proviene solamente de su forma, sino también de su naturaleza viviente, significativa, reveladora, y empapada además, de simbolismo". (Qué cosas tiene nuestro guía ja ja ja). El emperador Septimio Severo restauró la estatua en el siglo III dC y se acabó la atracción sonora. De los dos Memnones, era el de la izquierda el que sonaba. A falta de ruidillos yo me acerqué para ver la figurita femenina que dobla la parte baja de la pierna del viejo Memnon sonoro. Cosa tan dulce.


Y también hice una foto de un bajorrelieve...:


porque al bajar del autobús pillé a un paisano en parecida postura:


Menudo museo de Papyros. Pena que no tuvimos tiempo de visitarlo... (jjjj). Como tampoco pudimos pasear por el pueblecito de al lado:


Estábamos como secuestrados por los autobuses y por nuestra civilizadora forma de viajar, esa de hacer solo fotos.

De ahí que vuelva ahora con Hegel y con Estrabón, porque lo que me pica la curiosidad es la procedencia de nuestro segundo guía, es decir, de Estrabón. ¿Sabéis de dónde era? De Amasya, toma ya.

Amasya está al Norte de Turquía encajonada junto al río Yesil a unos ochenta kilómetros en línea recta del Mar Negro.Tiene doscientas mil almas y se ve que poco antes de nacer Estrabón, los romanos habían llegado hasta allá (qué tíos), la habían hecho suya, y así pudo tener pasaporte Estrabón para que pudiera pasearse por todo el imperio sin pasar molestas y peligrosas fronteras. Os pongo un par de fotos de Amasya pero no me lío más en esta fría tarde de febrero, que con volver a los Memnones ya hemos tenido bastante.




(todas las fotos de arriba son mías pero las dos de Amasya no, así que las cambio para que no me pidan que las quite..., ji ji. Al fin y al cabo tampoco Hegel ni Estrabón me van a pedir derechos de autor ¿no?)

(Desde hace unos días no funciona en mis blogs la vista satélite del localizador de Ubicación y tengo que usar los mapas que tienen muy pocos datos y son bastante más imprecisos. Pido disculpas si el ubicador no es muy exacto, pero si lo usáis para ir a los Mmnones, no os preocupéis que andarán muy cerca de donde he puesto la chincheta roja). 

lunes, 1 de febrero de 2016

800. ECBATANA ES HAMADÁN


Cuenta Hegel que cuenta Herodoto de la vieja capital de Media que tenía siete muros circulares que, intencionadamente, o debido a los accidentes del terreno, ninguno tenía la misma altura, y que cada muralla estaba pintada de diferente color: la primera de blanco, la segunda de negro, la tercera de púrpura, la cuarta de azul, la quinta de rojo, la sexta revestida de plata y la séptima de oro; en el interior de esta última se hallaban el palacio real y el tesoro. Y dice Hegel que dice Creuzer que todo ello representa las esferas del cielo que rodean el espacio solar. No sé como se la imaginaría Hegel pero en versión sketch up me sale así:


Bonitísima. Mucho más linda que como la muestra desde el cielo google earth, a quien si hemos de creer lo que trae a medias con la wiki y otros inventos de la red, la vieja Ecbatana sería esa colina parduzca con forma de haba que está en la actual ciudad de Hamadán, Irán.


Una ciudad, todo sea dicho, que mantiene la circularidad como símbolo celeste ya que el centro está organizado mediante una rotonda que se expande hacia otra superrotonda exterior donde están sus símbolos más preciados:


Y si en la superrotonda norte han colocado una rotonda para señalar el emplazamiento de Ectabana, al sur de la superrotonda han colocado otra gran rotonda dizque elíptica con un mausoleo al gran Avicena que mira por donde, murió allí. Un mausoleo que apunta al cielo como un supercohete de fiestas.



En la rotonda noroeste han puesto otro mausoleo cohete dedicado a un poeta local del que no conocía ni el nombre, Baba-Taher.


Como la muralla más exterior de Ecbatana era blanca, me pregunto si no se referiría Herodoto en plan metafórico a las estribaciones de los Montes Zagros y al gran pico Alvand que se eleva hasta 3.580 m a tan solo diez kilómetros al suroeste de las superrotondas.


Maravilla de muralla.

Nos elevamos sobre los Montes Zagros con el spypnic y miramos hacia el norte y nos hacemos una idea de los dos cientos kilómetros de estepa que median entre la vieja Ecbatana y la actual Teherán que vendría a caer por el angulo superior derecho de la foto o un poco más a la derecha.


En el plano lo vemos mejor:


Pero no olvidemos que nosotros veníamos de Nínive, es decir, de Mosul, al otro lado de la línea amarilla que separa la actual Irán de Irak y donde también vemos su capital Bagdad, a no más de trescientos kilómetros en línea recta de Hamadán. Mosul pilla aguas arriba del Tigris, a unos quinientos kilómetros en línea recta:


Si quieren rebuscar entre los hierbajos de la colina de Ecbatana a ver si dan con algún tesoro, por mí ningún problema, pero no les arriendo la ganancia. Yo creo que por hoy ya hemos visto bastante.



domingo, 27 de diciembre de 2015

797. BABILONIA



Me daba mucha pena el viejo formato blogger del SPYP y su bonita cabecera, pero como las fotos que voy recogiendo por internet tienen más importancia que mis textos, no me queda otra que hacer como en casi todos mis otros blogs (Cascotes, edificios LHD, etc) y decirle adiós para que las imágenes se vean a un tamaño aceptable mientras voy colocando algún que otro párrafo entre ellas. Así pues, con este navideño viaje a Babilonia queda inaugurada una nueva etapa del SPYP.


Otra ventaja de los avances de blogger (o más bien de los pequeños descubrimientos míos de sus técnicas o posibilidades) es que para los VIAJES SPYP ya no va a ser necesario hacer esos fatigosos travelling de fotos de ubicación, porque con dar un click en el enlace que hay al final del post, debajo de sus etiquetas, ya te aparece en la pantalla el mapa de google earth y puedes relacionar nuestros destinos turísticos con todos los referentes geográficos que quieras. Así pues, como hoy nos vamos a Babilonia, ¡la malvada Babilonia!, bajen hasta el final del post, denle click a ese enlace donde pone "Mahaweel, Irak" y ¡zas! ya estamos allí. Acercándose al lugar señalado ya verán el Eufrates por la Izquierda, Bagdag a menos de un ciento de kilómetros más al norte y la cercana ciudad de Hillah justo al sur de nuestro destino.

No por ello voy a dejar de poner alguna foto aérea para comentar lo que nos vamos encontrando. El indicador rojo de google que verán al abrir el mapa lo he colocado justo encima de los restos del famoso zigurat de Babilonia, que es el motivo central de este viaje, pero en la imagen fija que he puesto arriba vemos muchas más cosas, por ejemplo, un importante recinto arqueológico con una gran zona de excavaciones situada a la derecha del Eufrates y tres túmulos circulares con unas rampas en espiral, construidos seguramente (es mi suposición) con las tierras sacadas para hacer ese canal y esos tres laguitos que delimitan el recinto. Pero vamos primero al zigurat y ya luego nos perderemos por los alrededores.


El noble motivo por el cual les llevo hoy a Babilonia con el spypnic no es otro que refutar a Hegel... Ahí es nada.


Todo fue que hace unos días se me ocurrió hojear el pequeño volumen del sabio alemán dedicado a La Arquitectura (en mi biblioteca, ed Kairos, 3ª edición, Barcelona 2001) y me encontré que para ilustrar lo que él llama la "arquitectura independiente o simbólica" le dio por empezar con la Torre de Babel que aparece en el Génesis 11. Y como el propio Hegel ya dice que ese edificio es leyenda ni me puse a buscarlo.

Pero hete aquí que el segundo ejemplo que pone de ese tipo de arquitectura independiente y simbólica es el templo de Baal según lo contó Herodoto (490 - 425 aC) -aquel gran precursor de los viajes spypnic. Gasté un montón de tiempo en descubrir que el templo de Baal al que se refería Herodoto era el también atribuido a Marduk de Babilonia y que según Sigfried Giedion no era otro que el también llamado Etemenanki, o sea, es decir, la misma Torre de Babel que exploraron los alemanes a comienzos de siglo XX y de la que se llevaron algunos recuerdos para colocarlos en el Museo de Pérgamo en Berlín. Me consta que en los tiempos de Hegel (1770-1831) era mucho más difícil informarse, pero ya siento enmendarle la plana y corregir tan notable error en su búsqueda de referencias. (Sobre la melonada de la arquitectura independiente o simbólica y los subsiguientes estadios en clásica y romántica, mejor no tratar aquí y dejarlo para alguna tesis doctoral con la que hacer medrar mi carrera académica).


Siegfried Giedion, otro productor de melonadas monumentales en materia de conceptos arquitectónicos, viajó más que Hegel y se documentó mucho, pero su gran obra El presente eterno: Los comienzos de la arquitectura, de 1957 que yo tengo en la edición de Alianza, Madrid 1993, es más desordenada e indigesta que las cenas de estos días de navidad. Aún a riesgo de que los de Alianza me obliguen a quitar la foto de arriba por no pagar derechos (aunque este blog no tenga  ánimo alguno de lucro), la dejo de momento ahí porque es la prueba de que Giedion estuvo en las charcas del agujero del viejo zigurat sobre las que dijo que "después de que Robert Koldewey dejara de excavar en 1917, los habitantes de Hilla arrancaron los ladrillos de todas las superficies descubiertas." Precursores de talibanes, vaya.

Sea como fuere, en la red no me fue difícil encontrar que con las descripciones de Herodoto (que son las que usa Hegel) ya habían hecho más de una maqueta de la reconstrucción ideal del famoso zigurat y que, mira por donde, ya la había yo fotografiado en mi visita al Museo de Pérgamo en el año 2005 y que he puesto arriba en la cabecera de este post.

Resulta fácil de imaginar que el pueblo judío cautivo en Babilonia (607 -539 aC) asistió a la magna construcción del zigurat ordenada por el malvado rey Nabucodonosor II, y que para consolarse de sus males diera en fabular más o menos lo mismo que nosotros fabulamos sobre la Sagrada Familia de Barcelona (donde se hablan desde hace tiempo lenguas rarísimas).

Las desdichas de la pobre Babilonia no se quedaron en los malos deseos judíos de inacabamiento de su edificio más singular, ni en las profecías de que acabaría arrasada por los vecinos persas (eso les pasa por llevarse a los judíos consigo). Babilonia llegó hasta el Apocalipsis como nombre y localización satánica por excelencia, por lo que no es de extrañar que veinte siglos después Satán Hussein la eligiera para construirse un palacio con dejes de zigurat en una de las colinas circulares de las que hablaba antes, concretamente en la más cercana al Eufrates (que satán no es tonto y algo de frescor ya le daría el río por las noches).



Desde lo alto de su zigurat el sátrapa podía contemplar a sus pies las ruinas de los viejos palacios de Nabucodonosor:


Y dirigir las obras de restauración estilo "comisión del patrimonio" que iban dejando las ruinas de mediados de siglo XX en elegantes cimientos siglo XXI, cuando no en fidedignas reconstrucciones estilo Viollet Le Duc.




Un poco más a la derecha del Palacio de Nabucodonosor, Satán mandó también reconstruir las famosas puertas de Isthar que se habían llevado los alemanes a Pérgamo para que los europeos de bien pudiéramos hacer fotos de sus detalles decorativos sin tener que jugarnos la vida yendo a Babilonia.




Por no hablar de las maquetas donde se podían ver las puertas insertas entre murallas y avenidas:




Claro que con Internet también podemos ver las que reconstruyó fielmente Satán (véase también su palacio al fondo a la derecha) en el lugar donde fueron... fielmente expoliadas:


En estas estábamos cuando vieron que llegaban los americanos y suspendieron las obras para construir en la carretera que pasa por entre el Palacio de Sadam y las ruinas de abajo unas fortificaciones de nuevo cuño:





Completamos la visita turística echando un vistazo a (o una oración en) una pequeña mezquita situada al sur del recinto de la decaída Babilonia, mala y perversa por los siglos de los siglos, Amén.


Y recordando, ay, (siempre me dejo algo para después del Amén), que muchos dicen que los Jardines Colgantes de Babilonia no estaban en Babilonia sino en Nínive (a donde iremos otro día) pero que con una caja de lápices y un poco de imaginación los ponemos donde queramos y como nos dé la gana: