martes, 1 de marzo de 2016

814. LOS MEMNONES



Aunque en el titular diga que esto es un blog de periodismo y política la mayoría de las entradas son un olvido de la política y el periodismo porque si no, menudo muermo. Hoy por ejemplo volvemos a cogernos de la mano de Hegel para revisitar los colosos de Memnon que vimos y fotografiamos en aquel agitado y ajetreado viaje por Egipto de la semana santa del 2005. Qué risas hicimos ante la catástrofe monumental y turística del patrimonio de la antigüedad. ¡Qué vuelva el imperialismo inglés! gritábamos entre risas. Bueno, pero escuchemos a Hegel, que esta vez no lleva en sus manos la guía de Herodoto sino la de Estrabón. Ahhh. Ahí nos ha pillado. ¿Quién era Estrabón? ¿Y qué contaba de los Memnones, Pues que una de ellas resonaba al salir el sol... !!!! y eso, al parecer, le tenía entusiasmado a Hegel.

La wikipedia da una interpretación más científica al fenómeno sonoro de uno de los Memnones, y por lo tanto, menos entusiasta que la de Hegel. Se ve que en tiempos de Estrabón (siglo I aC) un terremoto movió uno de los Memnones y cuando salía el sol y se calentaba la piedra, se evaporaba algo de agua subterránea provocando ese sonidillo que tanto animó a Hegel a decir de ellas que "la importancia e interés de esta estatua sonora no proviene solamente de su forma, sino también de su naturaleza viviente, significativa, reveladora, y empapada además, de simbolismo". (Qué cosas tiene nuestro guía ja ja ja). El emperador Septimio Severo restauró la estatua en el siglo III dC y se acabó la atracción sonora. De los dos Memnones, era el de la izquierda el que sonaba. A falta de ruidillos yo me acerqué para ver la figurita femenina que dobla la parte baja de la pierna del viejo Memnon sonoro. Cosa tan dulce.


Y también hice una foto de un bajorrelieve...:


porque al bajar del autobús pillé a un paisano en parecida postura:


Menudo museo de Papyros. Pena que no tuvimos tiempo de visitarlo... (jjjj). Como tampoco pudimos pasear por el pueblecito de al lado:


Estábamos como secuestrados por los autobuses y por nuestra civilizadora forma de viajar, esa de hacer solo fotos.

De ahí que vuelva ahora con Hegel y con Estrabón, porque lo que me pica la curiosidad es la procedencia de nuestro segundo guía, es decir, de Estrabón. ¿Sabéis de dónde era? De Amasya, toma ya.

Amasya está al Norte de Turquía encajonada junto al río Yesil a unos ochenta kilómetros en línea recta del Mar Negro.Tiene doscientas mil almas y se ve que poco antes de nacer Estrabón, los romanos habían llegado hasta allá (qué tíos), la habían hecho suya, y así pudo tener pasaporte Estrabón para que pudiera pasearse por todo el imperio sin pasar molestas y peligrosas fronteras. Os pongo un par de fotos de Amasya pero no me lío más en esta fría tarde de febrero, que con volver a los Memnones ya hemos tenido bastante.




(todas las fotos de arriba son mías pero las dos de Amasya no, así que las cambio para que no me pidan que las quite..., ji ji. Al fin y al cabo tampoco Hegel ni Estrabón me van a pedir derechos de autor ¿no?)

(Desde hace unos días no funciona en mis blogs la vista satélite del localizador de Ubicación y tengo que usar los mapas que tienen muy pocos datos y son bastante más imprecisos. Pido disculpas si el ubicador no es muy exacto, pero si lo usáis para ir a los Mmnones, no os preocupéis que andarán muy cerca de donde he puesto la chincheta roja).