lunes, 1 de febrero de 2016

800. ECBATANA ES HAMADÁN


Cuenta Hegel que cuenta Herodoto de la vieja capital de Media que tenía siete muros circulares que, intencionadamente, o debido a los accidentes del terreno, ninguno tenía la misma altura, y que cada muralla estaba pintada de diferente color: la primera de blanco, la segunda de negro, la tercera de púrpura, la cuarta de azul, la quinta de rojo, la sexta revestida de plata y la séptima de oro; en el interior de esta última se hallaban el palacio real y el tesoro. Y dice Hegel que dice Creuzer que todo ello representa las esferas del cielo que rodean el espacio solar. No sé como se la imaginaría Hegel pero en versión sketch up me sale así:


Bonitísima. Mucho más linda que como la muestra desde el cielo google earth, a quien si hemos de creer lo que trae a medias con la wiki y otros inventos de la red, la vieja Ecbatana sería esa colina parduzca con forma de haba que está en la actual ciudad de Hamadán, Irán.


Una ciudad, todo sea dicho, que mantiene la circularidad como símbolo celeste ya que el centro está organizado mediante una rotonda que se expande hacia otra superrotonda exterior donde están sus símbolos más preciados:


Y si en la superrotonda norte han colocado una rotonda para señalar el emplazamiento de Ectabana, al sur de la superrotonda han colocado otra gran rotonda dizque elíptica con un mausoleo al gran Avicena que mira por donde, murió allí. Un mausoleo que apunta al cielo como un supercohete de fiestas.



En la rotonda noroeste han puesto otro mausoleo cohete dedicado a un poeta local del que no conocía ni el nombre, Baba-Taher.


Como la muralla más exterior de Ecbatana era blanca, me pregunto si no se referiría Herodoto en plan metafórico a las estribaciones de los Montes Zagros y al gran pico Alvand que se eleva hasta 3.580 m a tan solo diez kilómetros al suroeste de las superrotondas.


Maravilla de muralla.

Nos elevamos sobre los Montes Zagros con el spypnic y miramos hacia el norte y nos hacemos una idea de los dos cientos kilómetros de estepa que median entre la vieja Ecbatana y la actual Teherán que vendría a caer por el angulo superior derecho de la foto o un poco más a la derecha.


En el plano lo vemos mejor:


Pero no olvidemos que nosotros veníamos de Nínive, es decir, de Mosul, al otro lado de la línea amarilla que separa la actual Irán de Irak y donde también vemos su capital Bagdad, a no más de trescientos kilómetros en línea recta de Hamadán. Mosul pilla aguas arriba del Tigris, a unos quinientos kilómetros en línea recta:


Si quieren rebuscar entre los hierbajos de la colina de Ecbatana a ver si dan con algún tesoro, por mí ningún problema, pero no les arriendo la ganancia. Yo creo que por hoy ya hemos visto bastante.