Quienes vivieron cerca suyo y aprendieron de su verbo en primera línea, acabaron de él hasta las narices. Tampoco la famosa historia de sus impagos a Hacienda resultó muy edificante, y como es sabido, se volvió patética cuando tuvo que pedir dinero a la gente para no acabar embargado.
Leo en las necrológicas una larga lista de profesiones que se le atribuyen (filósofo, filólogo, latinista, profesor, poeta, dramaturgo...) pero no encuentro la de actor. Un grandísimo actor. De acuerdo, antes que actor era dramaturgo, pero tampoco nadie dice que el principal personaje de su obra fue él mismo: Agustín García Calvo. Lo encarnó con tanta fidelidad que acabó aburriendo a todos los que le frecuentaban porque se ve que no conseguía nunca separar la representación de sí mismo de sí mismo.
Dijo de la muerte que no era otra cosa que el miedo a morir. Decir por tanto que ha muerto (como dicen todos los periódicos) es más bien matarlo. En mi opinión sería mucho más justo decir que acaba de nacer. Que con la muerte del personaje quedan libres sus palabras. Es decir, el Agustín más vivo.