miércoles, 6 de febrero de 2013

533. IRSE POR LAS RAMAS



Si te vas por las ramas, procura no caerte y coger algún fruto. Lo de no caerse antes de volver al tronco no es cosa fácil, pues si te vas por las ramas lo más probable es que pierdas la tarde. Claro que, gracias al invento este de escribir en un blog, tengo para mí que esta vez traigo alguna bellota para los amigos.

El caso es que leyendo los prolegómenos de EL PAIS DE LA CANELA de WILLIAM OSPINA (cuya inminente lectura anuncié en el post sobre URSUA y que ya puedo decir que en un par de días me lo he ventilado) me topé con VASCO NUÑEZ DE BALBOA (pag 49 y ss), y como hace mucho tiempo estuve vagabundeando con el sPyPnic por el Canal de Panamá sin traerme nada para casa (para este blog), esta vez me dije que aunque perdiese la tarde, al menos algo iba a contar.

Bueno es saber que VASCO no era vasco, sino del sur de Badajoz, no sé si tierras en extremo duras pero desde luego bastante mal bendecidas por sus egregios hijos conquistadores. Una segunda noticia importante es que descubrió el Pacífico para Occidente en septiembre de 1513, con lo que no faltan ni ocho meses para celebrar otro QUINTO CENTENARIO.

 Lo del Quinto Centenario de 1492 fue un invento político de los socialistas triunfantes en 1992 que se evaporó como ellos. Grande error porque el quinto centenario de muchas de las fazañas que allí ficieron nuestros salvajes paisanos se debería seguir "celebrando" (o purgando) hasta, por lo menos, mediados los cincuenta, es decir, cuando las primeras Leyes de Indias de 1542 empezaron a cambiar la locura de la conquista por la acción civilizadora. Intuyo que urge dividir la acción española en América en dos periodos bastante diferenciados y hasta antagónicos.., pero..., no nos perdamos por ahí y volvamos a VASCO NUÑEZ, nuestro personaje del día (para nada héroe sPyPnic) porque STEFAN ZWEIG ya se había ocupado de él en el tercer capítulo de sus MOMENTOS ESTELARES DE LA HUMANIDAD (ed Acantilado 2002) a cuyas páginas (67 a 93) acudí raudo en cuanto acabé de leer el cortito relato que le dedica Ospina para ir preparando la aventura de Orellana.

Entre uno y otro relato me quedé con lo simpática y divertida que fue la forma en que salió de la Española en el barco de ENCISO para ir a tierras continentales, y hasta soy capaz de entender y asumir su rápido ascenso políticoguerrero en tierra a costa de Enciso, pero ni la fundación de la SANTA MARIA LA ANTIGUA DEL DARIEN (1510)  ni el DESCUBRIMIENTO DEL PACIFICO (1513) serán nunca suficientes para tapar las maneras que tuvo de matar a NICUESA, ni la barbarie de hacer la guerra con perros contra los indios cuando cruzó el Panamá.

Ya que estamos aquí, me voy otro poco por otra rama para decir que Enciso era de Enciso, o sea, de aquí mismo, de La Rioja, y que la primera ciudad del continente americano, pronto desaparecida, llevó el nombre de la Virgen de La Antigua que se venera en la iglesia de Santa María de Palacio, o sea, de aquí mismito desde donde escribo.


Vuelvo a la rama anterior, es decir la del uso de los perros de presa contra los indios que tanto espanto me causa, y para oír alguna voz autorizada sobre este asunto acudí esa misma tarde a ver lo que decía RAFAEL SANCHEZ FERLOSIO en sus muy elogiados y mucho menos leídos artículos escritos para el 1992 bajo el título ESAS YNDIAS EQUIVOCADAS Y MALDITAS, (ed Destino, Ensayos y Artículos, vol II, 1992), pero en el que dedica al asunto de los PERROS, (art 8, pag 543) vi que también él se iba por las ramas y que no decía apenas nada importante.

Pero bueno, como no es a juicios serios y sesudos a lo que se dedica el sPyPnic sino a viajar alegremente por el mundo, lo que más me apetecía hacer tras unas y otras lecturas era encender los cohetes para irme a localizar y recorrer la ruta por la que VASCO NUÑEZ DE BALBOA cruzó el itsmo de Panamá y a la postre, le abrió  el camino a PIZARRO, ay, otro extremeño, como mi vecino de encima, que nunca será héroe sPyPnic.

Como guía usé este pequeño croquis encontrado por alguna página internetera, que para empezar no está nada mal.


Y que visto con google desde las alturas es así:


El punto de salida parece ser esta pequeña hendidura de la costa norte, y el punto de llegada, la bahía de San Miguel en lo que ellos llamaron el Mar del Sur. Con la regla de Google y en línea recta son 100 kms justos de dificilísimo terreno que sigue inhóspito y salvaje. Bajamos a la playa donde dejarían el barco y empezamos el recorrido:


Las manchas blancas de google no son de nieve sino de nubes (pena que no se vean mejor), pero en cualquier caso indican que las penosas montañas que tuvieron que cruzar estaban más cerca de la costa norte que lo sugiere el relato de Stefan Zweig.

Pasadas esas montañas hay alguna que otra elevación del terreno, pero no gran cosa:


Nos acercamos un poco a esas estribaciones a las que se supone que subieron para ver el mar y donde quiso coronar Núñez en solitario para ser él quien primero viera el Pacífico...,



...y echamos un último vistazo al último tramo del viaje con final en la bahía de San Miguel en donde vemos que las mayores dificultades finales debieron ser los ríos, en especial el Chucunaque, que no sale en los relatos mencionados.


Bajo también a recorrer con el sPyPnic la bahía para descubrir que aquello está más inhóspito y desierto que  hace quinientos años, porque ahora no se tienen noticia de indios en porretas y lanzando flechas, es decir, que si alguien quiere repetir la aventura de la lucha con el terreno sin tener que guerrear con los indios, está a tiempo. Lo único novedoso del trayecto es que tendrá que cruzar la estrecha cinta de la carretera panamericana que según aparece en mapas y satélites también se pierde un poco más abajo en la selva y no conecta con la que sale de la bahía donde estuvo Santa María la Antigua de Darien.


Estando ya en el Pacífico aprovecharemos para volver un poco más al norte por el canal de Panamá, un trayecto que como no creo que lo vaya a hacer nunca, lo tengo por una atracción turística de primer orden.

La ciudad de Panamá está en la costa del Pacífico, ay, y no como sale en el mapita del libro EL PAIS DE LA CANELA de WILLIAM OSPINA. Vaya cartógrafos. (Menos mal que la editorial es la prestigiosa Mondadori, que si no me la ponen en Florida). Hubo una Panamá antigua que destruyeron los corsarios y pensé que podía ser la del mapa del libro de Ospina, pero tampoco. La Vieja Panamá está a pocos kilómetros de la actual. Un vistazo breve y desde lejos a la actual ciudad para no perdernos por más ramas...


...y nos metemos en el CANAL que es esa lengua de agua que vemos a la izquierda. Ahí topamos enseguida con la primera esclusa


y superada esta, la segunda:


Una foto en día de niebla de un panoramiocolaborador (lo de unir las palabras viene de mi reciente afición al alemán):


...y tiramos hacia el norte por debajo de un puente que parece el de Logroño y Guadalajara juntos pero esta vez del mismo color (más información sobre jrandes puentes de Empaña en Cascotes 217).


Paso de poner más fotos de la apacible travesía por el lago Gatún y de la esclusa por donde se sale al Atlántico y cojo altura para ver el escenario. Un poco más a la izquierda de la foto está la pequeña y destartalada ciudad de COLON que no ha salido en la afoto porque su pomposo nombre poco tiene que ver con el descubridor de América ya que fue fundada en el siglo XIX para dar servicio al canal.


Vuelto ya a casa con tantas historias y fotos, todavía me pierdo un poco más por las ramas y un día después, de viaje en Madrid me llego hasta el Museo de América para ver una estatua que en tiempos de Franco le hicieron a VASCO NUÑEZ DE BALBOA.


Como nadando a croll entre dos océanos de arquitecturas de ladrillo, la del propio museo a la izquierda y la de unos anodinos pisos llenos de aparatos de aire acondicionado en las ventanas a la derecha, vemos que Franco sí que lo tenía por héroe pues cogía la espada por la hoja más para enseñar la cruz de la empuñadura (qué buena gente) que para matar indios con el filo.

Disconformes con esa forma de contar la historia, algún otro imbécil le ha pintado una esvástica en el pecho y se ha llevado la hoja de la espada, con lo que el pobre Vasco de Badajoz, parece más un crucificado que un nadador.


Bueno, ya sé que me he ido por las ramas mucho, pero al dejarlo todo aquí contado me consuelo con la idea de haber cogido algún fruto.