martes, 26 de noviembre de 2013

679. ANIMAL BLUES



Jueves 21 de noviembre, once de la noche. Ya vale de pasar las veladas nocturnas delante del ordenador. En el Viajero hay un ciclo de Jazz, así que me cojo la moto y me voy para allá. Menudo frrrrrrío en la moto!!! Hay gente hasta la puerta, pero entro. No suena jazz sino blues, pero hay que entrar en calor así que me abro paso hasta la barra por la parte de atrás y pido una cerveza. Coñe, parece que el grupo suena bien pero la gente no calla, mejor dicho, habla a gritos. Animado por los primeros tragos de la cerveza vuelvo a la carga y me abro paso a codazos hasta la pared lateral de la zona delantera donde la gente parece amuermada en las mesas. Me abstraigo de la gente, escucho a estos cuatro chicos (ANIMAL BLUES dicen llamarse) y empiezo a pasármelo bien de veras. Suenan como cualquiera de los grupillos aficionados que tocaban en el festival de blues de Springfield, Oregon, hace un par de veranos. Alegres, desinhibidos, cañeros. Pienso que es un lujo poder verlos en un bar de Logroño donde la gente les mira desde las mesas con cara de alelaos y no calla en la parte de atrás. Yo que ellos recogía y me iba para Oregón. Pero ya ha emigrado bastante gente y allí la competencia tiene que ser bestial. No creo que duren mucho tocando por los pocos bares que aquí les contratan pero yo les he visto y doy fe de que lo hacen muy bien. Y que si no te amuermas y no te dedicas a hablar a gritos (o sea, si te gusta la música en vivo) se puede pasar un estupendo rato escuchándolos. Tienen una web un poco caótica. El diseño de webs en este país está aún peor que la música en vivo. No te enteras ni de donde son. Pero bueno, eso es lo de menos. Tampoco creo que tengan mucho futuro en este país. Y eso que son buenos. Y muy majos. Aquí la música en vivo está de más.