jueves, 29 de enero de 2009

ODIO Y DEMOCRACIA



Siendo la Política una parte de la Filosofía, y la Democracia el menos malo de los sistemas políticos (por cuanto que las sociedades pueden derrocar a sus gobernantes), resulta desazonador que el odio de la población hacia los presidentes de gobierno de países democráticos no sólo no disminuya con respecto al odio hacia los dictadores en ejercicio, sino que parece que incluso sea mayor.

La razón supongo que está en que hay partidos políticos que usan la creación y propagación del odio al contrario como medio de ganar elecciones. Y el odio parece que vende.

En este país el odio hacia Aznar llegó a tales niveles que casi fue un alivio que perdiera las elecciones del 2004, y lo mismo ha pasado con George Bush recientemente. No es que a mí me parezcan políticos simpáticos o merecedores de mi apoyo pero me parece mucho más intolerable el odio con que se les ha tratado.

Por ello, en la despedida del mandato de Bush, donde las manifestaciones de odio han sido igualmente numerosas, este simpático vídeo, además de musicalmente genial, me resulta hasta reparador. Espero que los odiadores no sean capaces ni de disfrutarlo.