lunes, 23 de enero de 2012

308. MUERTE EN VENECIA - 1971 - LUCHINO VISCONTI




Ante la mala suerte que estamos teniendo con las pelis del domingo, pensamos que una buena solución sería programar la revisión de un clásico para la película de mitad de semana, que mayormente no fallan. Pero el pasado jueves nos pusimos MUERTE EN VENECIA de LUCHINO VISCONTI (1971) y... ¡zas! ¡en toda la boca! 

Creo recordar haberla visto en la pantalla grande cuando se estrenó y haber salido maravillado de tanta belleza. Seguramente la veríamos alguna vez más en la pequeña pantalla con su cuota correspondiente de anuncios, y por pereza, o por sueño, no debimos de cambiar de opinión. Pero pasan los años y algunas películas envejecen mucho peor que otras.Y esta, fatal. O envejecemos nosotros... y ya no nos dan gato por liebre. 

Vale sí, ver Venecia con gentes vestidas de época y con música de Mahler de fondo, es muy bonito, pero hasta ahí aguanta la cosa, porque la parte dramática es un tomate insufrible. La prueba irrefutable son esas torpísimas escenas de discusión "arttitticas" entre el profesor y un amigo que aparecen de tanto en tanto como soporte teórico de los sufrimientos del protagonista ante el "drama de su vida" y de su irritabilidad en general con todo el mundo. Patéticas y falsas a más no poder. Como de cine español, vaya. 

Visconti no es tan grande como creíamos. Al menos en esta película no. 

En cuanto a las actrices, ni la Berenson ni la Mangano lucen lo que deberían lucir. Lo único que se salva es la imagen casi estática de Tadzio como un arquetipo de adonis o lolita masculino, que siempre podrá seguir usándose como cita.