.
Si la Justicia tiene que ver con la ponderación, el estudio sereno, la discreción y la mesura, más que un juicio a sus presuntos errores judiciales (competenciales) o morales (petición de subvenciones a procesados), el actual procesamiento a Baltasar Garzón debería convertirse en un proceso al reciente fenómeno del estrellato mediático de los jueces.
Lo importante pues de este proceso es ver hasta qué punto el juez Varela (que es quien ha iniciado el proceso a Garzón) es capaz de sustraerse a los focos de los periodistas.
Hasta el momento parece ser que lo ha conseguido: si pones en Google imágenes “juez Garzón” salen miles imágenes suyas. Pero si pones en Google imágenes “juez Varela” siguen saliendo muchísimas más fotos de Garzón que de Varela, y las que salen de este juez, bastante deficientes.
De todos modos no cantemos victoria. No creo que los periodistas cejen en su empeño de acabar también con Varela convirtiéndole en un juez estrella (es decir, de acabar con la posibilidad de la vieja Justicia), pues desde hace bastante tiempo, son los periodistas quienes ejercen como Tribunal de cualquier cosa: deporte, cultura, política, accidentes, o lo que sea. Y sin estudio sereno, mesura o discreción, faltaría más.
Si la Justicia tiene que ver con la ponderación, el estudio sereno, la discreción y la mesura, más que un juicio a sus presuntos errores judiciales (competenciales) o morales (petición de subvenciones a procesados), el actual procesamiento a Baltasar Garzón debería convertirse en un proceso al reciente fenómeno del estrellato mediático de los jueces.
Lo importante pues de este proceso es ver hasta qué punto el juez Varela (que es quien ha iniciado el proceso a Garzón) es capaz de sustraerse a los focos de los periodistas.
Hasta el momento parece ser que lo ha conseguido: si pones en Google imágenes “juez Garzón” salen miles imágenes suyas. Pero si pones en Google imágenes “juez Varela” siguen saliendo muchísimas más fotos de Garzón que de Varela, y las que salen de este juez, bastante deficientes.
De todos modos no cantemos victoria. No creo que los periodistas cejen en su empeño de acabar también con Varela convirtiéndole en un juez estrella (es decir, de acabar con la posibilidad de la vieja Justicia), pues desde hace bastante tiempo, son los periodistas quienes ejercen como Tribunal de cualquier cosa: deporte, cultura, política, accidentes, o lo que sea. Y sin estudio sereno, mesura o discreción, faltaría más.