domingo, 7 de marzo de 2010

LA CONSTRUCCION DE LOGROÑO

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El pasado miércoles 3 de marzo, el arquitecto Juan Diez del Corral dio una conferencia en el Aula Abierta de la Universidad Popular de Logroño con el título de este post, pero que en realidad era la presentación de un libro que había escrito hace casi tres años y que al parecer ha cogido aires de malditismo. ¿Una Guía de Arquitectura maldita? ¡Qué cosas!.

Así vio la conferencia Javier Dulín en su blog: SAN JUAN EGUIALISTA

Y esta fue la presentación que le hizo Emilio Barco:

Presentar a Juan Diez del Corral ¡¡¡¡Casi nada!!!!
Una oferta de José Mª Lander que no puedo rechazar por tres razones de importancia, que no de urgencia:
Primera: que esta cosa la organiza la UPL, a quien tanto debo.
Segunda: que me lo pide Lander, a quien tanto aprecio.
Tercera: que me gusta esa forma que Juan tiene de expresar sus opiniones... así como... de secano, diría yo echando mano de mi saber de campo.

Y sé, que unas veces por cómo dice las cosas, otras por la cosa misma que dice y las más de las veces por ambas, no ha estado muy “en armonía con el entorno”. Pero en armonía entera o parcialmente con sus entorno Juan Diez del Corral se parece únicamente a él mismo que no es poco en estos tiempos en lo que casi nadie se parece a lo que realmente es.

Y esto es algo que se agradece, especialmente cuando tantas veces escucho opiniones y veo actitudes que no entiendo (no que no comparto, sino que entiendo) porque parecen estar hechas para que no se entiendan, y entonces me acuerdo de Juan y mientras miro al tipo que las produce (las opiniones o las actitudes) me viene al pensamiento así como un ramalazo suyo, Diezcorrraliano lo llamaría yo, del estilo: ¿a este señor ya le compensa el esfuerzo que hace por aparentar ser más tonto que lo que realmente es?

Escribe Juan en la página que pone fin a su blog en octubre del 2008:

“Con el parón de este verano del 2008 y la distancia con que he podido ver lo ya realizado, me he dado cuenta de que el blog (no yo) estaba acabado. Que el formato no daba para más.
Seguiré escribiendo, claro, pero en otros formatos. ¿Volver a los libros? NO, ya sabéis que no me gustan nada ¿Al periodismo? Ni hablar, en esa pocilga no me meto a menos que me vacunen de euros (para tener guardaespaldas o poder huir, claro). La correspondencia con amigos es, una vez más, la más atractiva de las tentaciones aunque como es una vía siempre abierta y conocida quizás piense en otras cosas: blocs de citas, cuadernos de notas, cadenas de pensamientos, núcleos de lecturas, etc. En internet o en papel, según la materia o la intención.”


Menos mal que por una u otra vía, con este o aquel formato, Juan sigue escribiendo y dejándonos, a quienes queremos, disfrutar con la lectura de sus textos, compartir o no sus opiniones y sobre todo aprender, porque contigo, Juanito, siempre se aprende.

Ahora, y antes de presentar el acto para el que la UPL nos ha convocado yo tendría que desgranarles como si una mingrana fuera, el vitae de este hombre, pero en su página de internet solo pone, sexo: hombre; horóscopo: virgo. Digo yo que si no pone más será por algo ¿Y quién soy yo para meterme en camisa de once varas y decirles si es músico, poeta, ganadero, aceitunero altivo, albañil o diplomado en ciencias del trabajo? ¡Dios me libre! En menudo lío me puedo meter si me meto en donde no me llaman ¡pues menudo carácter tiene este hombre! Así que a lo que vamos.

Hoy la UPL te ha invitado a presentar tu trabajo “Guía de Arquitectura de Logroño” de que cuentas en tu introducción:

Este libro nació de un concurso convocado en el año 2004 por el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja (COAR) para hacer una "Guía de Arquitectura de Logroño". Como nadie parecía querer presentarse a dicho concurso en las condiciones en que se ofrecía, me animé a presentar una propuesta alternativa que incluía un cambio radical de orientación. La Guía de Arquitectura de Logroño que el Colegio pretendía ser, como lo fue la editada en 1980, una selección actualizada de los "mejores" edificios de esta ciudad. Según la proposición del COAR, el autor elaboraría una lista para que la Junta de Gobierno diera su aprobación o, si lo estimase conveniente, la corrigiera según sus criterios. La selección de la Guía de 1980 así realizada siempre me pareció un homenaje provinciano a los arquitectos venidos de fuera, una especie de reparto de premios para los amigos y un ninguneo escandaloso para ciertas arquitecturas políticamente mal vistas (casi toda la buena arquitectura del largo periodo franquista) y para algún arquitecto ajeno a la Junta ocasional que la editó y al equipo que la redactó.

Así empezó la cosa, con mal tempero que decimos los de campo. ¿Cómo acabó? ¿Como el Rosario de la Aurora?

Somos todo oídos. Cuéntanos lo que te apetezca.