martes, 12 de marzo de 2013

560. AN UNMARRIED WOMAN º (1978) PAUL MAZURSKY



¿Qué es peor, una película que ya empieza mal y la apagas a los diez minutos, o una película que tiene un planteamiento que promete y que te quedas a verla pero que se va desmoronando lentamente y aguantas hasta el final por si pasa algo, pero que acaba peor, con lo que te levantas cabreado de la butaca? Yo diría que la segunda, pero en materia de estrellas, no sé por qué, a la primera siempre le daré un cero y a la segunda, por aquello de que tenía algo no me queda otra que darle una * estrella sPyPcin.

Ya que he puesto como contraejemplo un CERO vamos con ello. Iba yo en el autobús a Madrid, me habían hackeado la cuenta de correo electrónico y me estaban volviendo loco con llamadas y mensajes al móvil así que me dije: fuera móvil y a ver qué película dan. Uy una modernita, ONE DAY, y la directora... mmm, me suena, LONE SCHERFIG. A ver, a ver...


Ves que trata de unos protagonistas que son medio tontos y a los diez minutos te dices, bah, para ver a estos pavos mejor dedicarme a estudiar alemán. Y eso, ¡zas!, un CERO sPyP a ONE DAY. Ya en casa me entero de que LONE SCHERFIG dirigió AN EDUCATION, una comedia romántica que me gustó mucho, así que igual me he perdido algo. Me guardo su cara, por si se merece otra oportunidad.


Pero vamos con la de PAUL MAZURSKY, que de esa sí que puedo decir de este director no beberé. Qué melón. Qué forma de estropear una situación que prometía: la de un matrimonio en el momento crítico de su agotamiento, y un grupo de cuatro fieles amigas que sirve como plataforma para compartir las crisis de pareja de cada una. La pareja acaba yéndose al garete porque el marido se enamora de una más joven. En la patética escena en que se lo dice a su mujer entre sollozos deberíamos de habernos ido a la cama (o a estudiar alemán), pero el caso es que aguantamos porque la protagonista daba el pego. La misma cara de de poco entusiasmo con la que que acabó agotando a su pareja le sirve para dar sentido al título de la película, es decir, a mostrar lo perdida que se puede sentir una mujer en los cuarenta cuando un marido le abandona por una de veintiseis.


Pero la cara de aburrimiento de Jyll Claiburg, que así se llama la interfecta, acaba por desnortar a todo personaje que pilla alrededor, al director de la película, y al sufrido espectador que aguanta como un bendito media hora más de la hora y media con que se debería haber resuelto el embrollo. Mira que soy tonto. A ver si aprendo: cuando una película flojea a la hora y ves que dura dos, ¡corta ya! La presidenta de cinesPyP se durmió.

Repaso la filmografía de PAUL MAZURSKY (su apellido me parecía sonoro, prometedor) pero veo que no tiene nada que pueda salvarle como a la Scherfig. La foto que pongo es por lo tanto para tirarle dardos.


Guardaros algunos de esos dardos para los críticos porque fue nominada al Oscar como mejor película en 1978 y recibió no sé qué premio del Circulo de Críticos de Nueva York al mejor Guión. ¡¡¡Madre mía!!! Apuntad entre ceja y ceja.