viernes, 4 de noviembre de 2011

245. PERU

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Habiendo sido la capital de mi pueblo desde 1920 a 1970 (V. ANGUCIANA CAPITAL PERU) ya tenía delito que no hubiera realizado yo una visita en condiciones, o al menos una pequeña investigación, a ese gran lugar. Aparte de la lejanía, digo yo que cuando empecé a moverme por el mundo debió de pesar en mi ánimo que Machu Pichu se había convertido ya en un parque temático y que cuando fue allí mi amigo Lloret me contó que le habían robado dos veces.



Sea como fuere, mi interés por el Perú se ha despertado esta semana porque los antiguos moradores del castillo de mi pueblo me han felicitado por mi blog ANGUCIANA, me han contado su proyecto de reunirse allí en el próximo mes de junio, y me han regalado un librito titulado IMAGENES Y RECUERDOS, que reúne muchos de los testimonios de los frailes y exfrailes que pasaron por Anguciana con once años para, tras un corto periodo de educación, embarcarse hacia el viejo imperio Inca a seguir con la tarea de evangelizar indios.

Los puntos claves de dichos testimonios suelen incidir en la dureza inicial del paso por el convento de Anguciana, la aventura del viaje en barco desde España hasta el Perú (a veces por Panamá, y a veces por Buenos Aires con una larga segunda etapa por tierra) la educación básica en el puerto del Callao, el noviciado en el monasterio de Ocopa, los estudios de filosofía y teología en Lima, algunas pequeñas vacaciones en Cajamarca o Arequipa y el destino final en las misiones de la selva del Amazonas.

El libro recoge también el viaje que realizaron al Perú, entre el 1 y el 15 de agosto del 2008, los miembros de una asociación formada por quienes de un modo un otro vivieron aquella aventura. Un viaje envidiable que yo voy a hacer a mi bola y con mis medios, es decir, con el spypnic, la wiki bajo el brazo, y sin moverme de casa.

Para empezar ya habéis visto que he puesto arriba una foto estupendísima del Perú que muestra perfectamente su estructura geográfica: la gran espina dorsal de los Andes paralela al mar, todo el este de selva con la cabecera del Amazonas al norte, el suroeste desértico entre los Andes y el Pacífico, y el gran lago Titicaca en el paso del sur con Bolivia.

Sin abundar mucho en la cuestión, vendría bien poner ahora un mapa de provincias y otro de ciudades. Y aquí van:





Y sin más preámbulos, aterrizar ya en la Plaza de Armas de Lima, el corazón de la capital e impresionante lugar, con la Catedral a un lado y el Palacio Presidencial al otro:



El colorcillo de barro de las fotos de google earth parece ser uno de los datos claves de la geografía y el aspecto de Lima, pero antes de detenernos en ello o de entretenerme en ver alguna de las miles de fotos que hay hechas en dicha plaza, levanto un poco el Spypnic para descubrir el río que hay detrás del Palacio de Gobierno: el Rímac.



Y como últimamente he decidido viajar por los ríos, y descubrir en ellos la grandeza o miseria de los lugares, lo sigo un poco aguas arriba para ver la calidad de sus aguas y echar un vistazo a las colinas por donde pasa. Agárrense por favor a los asideros del Spypnic que vamos:






Bueeenooooo, ya hemos visto bastante ¿verdad? Vamos ahora aguas abajo. La antigua ciudad de Lima estaba a 10 kms del mar, es decir, de su puerto, el Callao, construido junto a la desembocadura del río.



Esos diez kilómetros y muchos más a la redonda se han "urbanizado" o sería mejor decir "ocupado", en el último siglo, haciendo de Lima una de esas inmensas conurbaciones miserables con una población de 8,5 millones de habitantes. Teniendo en cuenta que el país tiene ahora 30, quiere decir eso que más de uno de cada cuatro peruanos viven en Lima.

El río baja casi recto desde la antigua Lima hasta el que fue su puerto marítimo de entrada, siendo curioso que también hayan colocado por allí la nueva entrada a la ciudad, es decir, el aero-puerto.



Pongo una foto más de uno de los barrios del puerto, del que el fotógrafo que subió la imagen a Panoramio no debe de guardar una grato recuerdo, y lo dejamos por hoy.



La foto se titulaba: Puerto Nuevo, yo nunca dejaré de temerte.
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