jueves, 21 de junio de 2012

417. THE WILD BLUE YONDER - 2005 - WERNER HERZOG



Como ya es verano y hay que viajar, hoy nos vamos a ANDROMEDA, ala, así, como quien no quiere la cosa. ¿Para qué tenemos el sPyPnic si no? No os digo lo lejos que está porque nuestra imaginación de chorlito no nos da para calcular la gasolina que íbamos a gastar. El chiflado de la película de Herzog que nos va a entretener mientras dura el viaje dice que montañas y montañas de gasolina más grandes (las montañas) que las Montañas Rocosas. Bueno, el chiflado en cuestión cuenta que él vino de Andrómeda porque aquello se puso muy frío, de modo que a su planeta lo llama THE WILD BLUE YONDER, y su relato lo convirtió HERZOG en película en el 2005.


Así que antes de ir a Andrómeda, podemos saludar a este simpático andromedano (que suena a arnedano) en el amable lugar que ha elegido para habitar en nuestra Tierra (que podría ser Arnedo) y que nos cuente lo que sabe de allí.


Y hasta ver una foto de nuestra galaxia MILKY WAY (La vía Láctea para torpes in inglis) que lleva en su cartera hecha desde Andrómeda. Aunque no nos lo creamos (por nuestra imaginación de chorlito) ahí estamos nosotros:


HERZOG está como una regadera. Nunca me lo hubiera imaginado haciendo ciencia ficción (por mi imaginación de chorlito) pero ahí lo tenéis. Se ve que vio unos videos de la estación espacial STS43, luego, que un amigo le animó a grabar imagenes de buceo bajo un lago helado, y además, que tenía que colocar música de ERNST REIJSEGER. Pues nada, se inventó un cuento y lo metió todo junto en poco menos de noventa aluscinantes minutos.


Si queréis mi opinión, lo de la ingravidez es lo que más me acongoja. En los créditos, Herzog le da las gracias a la Nasa por su sentido poético y yo me levanté del asiento a aplaudir. Tampoco son mancos los tres o cuatro matemáticos que cuentan cómo usar los túneles del caos para poder ir a Andrómeda sin gastar tanta gasolina como con el sPyPnic. Ver que la poesía se ha refugiado en la NASA te hace tilín.


Como te cosquillea también la capacidad de obtener maravillosas imágenes del mundo sin tener que recurrir a los programas informáticos. Es como lo de los dibujos a mano de arquitectura que ya empezamos a añorar.


No hace unas semanas que en mi Escuela trabajaron duramente para hacer unos videos surrealistas para presentar un desfile de moda, y viendo las imágenes de THE WILD BLUE YONDER me pregunté si no son mucho más bonitas cuando se obtienen con sólo mirar a lo que tenemos alrededor.


Historias aparte, toda la película está cruzada por la música de ERNST REIJSEGER, que es otro chiflado que toca el chelo como si fuera un guitarrón. Ya no me gusta poner videos en el blog porque vuelves dentro de un año y te dicen que el enlace se perdió por el ciberespacio, pero por si no veis la película aquí tenéis al protagonista



Y aunque el sPyPnic no utiliza ni montañas de gasolina ni los túneles del caos, por si el viaje se os hace largo también os puedo contar el cuento de los griegos sobre Andrómeda, que es una historia más chiflada que la de Herzog.


Va de una hija de unos reyes de Etiopía que la ataron desnuda a una roca junto al mar y que pasó Perseo, el ancestro de los persas nada menos, y se enamoro de ella. A mí, tal y como la pinto Gustave Doré, no es que me seduzca mucho, pero allá Perseo con sus gustos. Bueno, pues eso, que Perseo mató al monstruo marino que asediaba a la chica y se casó con ella y le hizo una hija y seis hijos y fueron felices. Y cuando murió, la diosa Atenea la colocó allá lejos entre un grupillo de estrellas a las que le dieron su nombre, y donde luego encontraron la galaxia que es de donde vino el tipo que os he presentado más arriba y vuelta a empezar con el cuento.