martes, 21 de junio de 2016

853. PROGRAMAS POLITICOS,CIUDADES Y ORDENACION DEL TERRITORIO



Ninguno de los cuatro aspirantes a presidente de la nación dice nada estos días de campaña electoral del estado de la nación o de sus propuestas en cuanto a sus características físicas más inmediatas, o sea, a ciudades, rotondas, arquitectura, fealdad, patrimonio, casas, campos de golf, shoping centers y todos aquellos lugares por donde transcurre nuestra vida.


Seguramente se amparan en que son aspirantes a Presidentes de una Nación que tiene transferidas todas sus competencias en materia urbanística a las Todopoderosas Autonomías, pero no me digáis que un poquito del debate sobre el estado de nuestras costas o montañas, las periferias de las ciudades, la mercantilización turística del patrimonio, las malditas peatonalizaciones, las arquitecturas espectáculo pagadas con dineros públicos o las tristes protecciones de los espacios protegidos que no dejan ni disfrutarlos en paz, no son asuntos en los que pudiéramos ver alguna diferencia entre Podemos, Ciudadanos, el PSOE y el Partido Popular.


Ya tengo más que comprobado que en materia urbanística no ha habido la más mínima diferencia entre ciudades o autonomías gobernadas por los partidos tradicionales así llamados de izquierda o por los partidos tradicionales así llamados de derecha, porque los mismos adosados, las mismas rotondas, los mismos PAUs y las mismas normativas inflacionarias y repetitivas han producido unos y otros.


Pero hombre, de los partidos nuevos, de Ciudadanos por ejemplo, yo esperaba al menos alguna propuesta sensata e imaginativa, un plan nacional ejemplar como por ejemplo, el de retirar todos los bolardos y vacinillas jardineras que se han puesto en España en los últimos treinta años y fundir todas las estatuas de acero corten o bronce bien abstractas o bien de carteros, pescadoras, racimos de uvas y lo que fuera menester,  vender toda esa ingente cantidad de hierro y bronce, y pagar con ello la construcción de ciudades campamentos para los refugiados de guerras, por ejemplo. Se arreglarían dos problemas de un plumazo.

Pero nada, no han dicho nada. Así que igual, ni voy a votar.


Bueno sí..., algo habrá que votar, no sea que ganen los podemitas o comunistas y vengan a peatonalizar más calles, a crear más leyes de prohibiciones urbanísticas y a poner más bolardos aún. Que todo esto que han hecho y pagado el PSOE y el PP a manos llenas y sin pensar lo más mínimo, bien sé que son rancias ideas de los ecologistas más ñoños, y de las izquierdas bien-pensantes. Bueno, y de los arquitectos e ingenieros de caminos españoles salidos de unas pésimas Escuelas de Arquitectura e Ingeniería que, ay, ay, ninguno de los cuatro partidos propone cerrar... O cuando menos, meter en cintura.

¿Voto? ¿no voto?...

(fotos tomadas de internet al buen tuntún)