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Nuestro infatigable viajero llegó a USA y..., ay,ay, se nos perdió. Parecía que el hombre iba con mente abierta, cámara en ristre y mirada atenta, pero toda una vuelta al mundo no le ha servido para quitarse unas anteojeras con las que, por lo visto, salió de casa. USA es mala, las aduanas son cabronas, siguen en guerra haciendo morir a sus soldados de pago y lo peor de lo peor, la Sanidad Pública no existe y la privada es caríiiiisima.
Un comentarista tocapelotas ha tratado de quitarle las anteojeras y la peña se ha soliviantado. Se ve que entre los jóvenes de ahora las opiniones personales son sagradas y no pueden replicarse, ni siquiera con el cariño que se percibe en ese comentario hacia el bueno de Ignacio Izquierdo.
Si viajar sirve para tan poco, cuánto mejor quedarse en casa. Siempre he dicho que no hay que fiarse de las fotos bonitas, y quizás tampoco de... ¡los que las hacen!
Nuestro infatigable viajero llegó a USA y..., ay,ay, se nos perdió. Parecía que el hombre iba con mente abierta, cámara en ristre y mirada atenta, pero toda una vuelta al mundo no le ha servido para quitarse unas anteojeras con las que, por lo visto, salió de casa. USA es mala, las aduanas son cabronas, siguen en guerra haciendo morir a sus soldados de pago y lo peor de lo peor, la Sanidad Pública no existe y la privada es caríiiiisima.
Un comentarista tocapelotas ha tratado de quitarle las anteojeras y la peña se ha soliviantado. Se ve que entre los jóvenes de ahora las opiniones personales son sagradas y no pueden replicarse, ni siquiera con el cariño que se percibe en ese comentario hacia el bueno de Ignacio Izquierdo.
Si viajar sirve para tan poco, cuánto mejor quedarse en casa. Siempre he dicho que no hay que fiarse de las fotos bonitas, y quizás tampoco de... ¡los que las hacen!