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El sábado pasado una bombona de butano explotó en uno de los últimos pisos de una casa de la Gran Vía de Logroño y a las pocas horas el alcalde y su arquitecto se apresuraban a decir que abajo, abajo, a tirarla inmediatamente. VER VIDEO.
Si en esta ciudad se ha tirado todo un hospital en perfecto estado de uso y funcionamiento sin necesidad de explosión alguna, es lógico que ante los daños causados por la explosión de una bombona los mandarines digan sin pestañear que a tirarla, a tirarla.
Yo he pasado esta tarde por allí y he visto que hasta la tercera planta no había ni una grieta y que el tejado estaba intacto, pero hasta he oído decir a una señora que se iba a caer de un momento a otro.
Nadie que yo sepa ha puesto hasta la fecha en duda la decisión del Ayuntamiento, de donde se deduce que la ruina no está en el edificio sino en la información y cultura de esta ciudad. Sin duda. Sin duda.