martes, 23 de febrero de 2010

LENGUAJE INTERNACIONAL 3

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La tercera y última entrega del viaje en tren por Yugoslavia nos lleva a Salzburgo en Austria (y de ahí la foto). Aunque yo diría que más bien nos lleva a desentrañar lo que está detrás de cada cual. Según parece todo se ve distinto después de echar un polvo, porque de enteramos antes de echarlo lo más probable es que no hubiera habido polvo. Así acaba esta breve historia que prometía ser más larga pero que se queda cortada, como tantas otras, cuando se empieza... a hablar de moral. (Y el Salzburgo de Bernhard no es mal escenario para ello).



LENGUAJE INTERNACIONAL 3


Nino señaló el sitio de mi billete interrail donde hay que apuntar el destino del próximo tren y dijo:

- Salzburg - señalándose a si mismo.

* ¿Me está invitando a ir con él?

Hizo gesto de "ven".

* Me está invitando a ir con él :)

Le enseñé en el calendario de mi móvil el día que era, dije "Salzburg", moví el día subrallado un par de noches, dije "Barcelona". No pensaba quedarme más que eso.

- Ok! :) - respondió, mientras me daba un abrazo de oso.

* Total, tampoco se me ha perdido nada en Eslovenia, puedo ir un poco más lejos..

Trato cerrado, apunté Salzburg.

Me moría por un café con leche, al llegar a Zagreb lo arrastré al bar. Fue una "conversación" curiosa.

Tenía un vídeo de su hija en el móvil, no tengo puñetera idea de lo que decía sobre ella pero lo decía con el pecho hinchado orgullosamente.

* Qué ricura de niña.

Se saltó convenientemente las fotos de una chica, musulmana, con shador.

* La madre de su hija, su mujer, supongo.

Le hice entender que al verlo circuncidado pensé que era judío, que no estaba acostumbrada a los musulmanes con pinta de alemán. Se lo dejé a huevo para que se cachondeara el resto del viaje de mis prejuicios y de los cristianos con mucha piel sobrante. La verdad es que la religión que fingía tener me la traía al fresco.

* Este tiene de musulmán lo que yo de cristiana.

Luego le conté que vivo desde hace mucho tiempo con mi novio y que lo quiero con locura. Para restregarle por las narices que yo no me saltaba las fotos de nadie y por si se le ocurría tener alguna aspiración bígama, de paso.

Lo que le sorprendió a él fue que no tuviese hijos y que quisiese follármelo a él si le decía que quería a mi novio.

* Me gustaría saber preguntarte si tú quieres a la chica del shador mientras follas conmigo.

A partir de este momento, en el que ya sabía que tiene una mujer bien engañadita, esperándole en Sarajevo, mientras él va por el mundo a ganar dinero y follarse enfermeras... ¿vosotros, qué hubieseis hecho?

Hoy, hablemos de moral, va.