viernes, 28 de diciembre de 2012

506. SPYPCIN?



Como he dicho muchas veces, a mí el cine no me gusta. Me gustan las jrandes películas, claro, como Bronco Billy o Blue Valentine, o las chicas guapas que salen en las películas que me vuelven a hacer sentir niño, o joven, o enamoradizo (lo cual, bien pensado, también es de preocupar). Pero el cine en sí..., bueno, tengo muchas dudas. Generalmente es malo. Estadísticamente, quiero decir. Como las corridas de toros, vaya, que hay que perseverar mucho para dar con algo fuera de lo normal.

El problema del sPyPnic, ya lo veis, es que cada vez se habla menos en él de Política y Periodismo (menudo tomate), ni se encienden menos los cohetes de propulsión a chorro para viajar a tierras lejanas. Y que mientras que mis fotos, mis dibujillos, mis Cascotes, mis excursiones, mis recuerdos del pueblo, mis edificios queridos, mis artículos, mis clases, mis parientes, mis libros, etc.  etc. van colocándose ordenadamente en sitios aparte, el Cine va invadiendo este blog como una bestia alienígena. Un ALIEN ahhhhhh.

Lo mismo que hice con la música sPyP o con los viajes sPyP (esos listados con links que cuesta mucho hacer y luego no sirven para nada), había pensado hacer estos días un listado con las películas que voy poniendo aquí, pero finalmente me enredé (he estado enredado estos días) en un proyecto mucho más ambicioso y ajeno a ente blog. Me he construido un listado de todas las películas  (más o menos) que he visto durante los últimos veinte años con anotaciones a los sitios donde había hecho algún comentario sobre ellas (fichas de fichero, diarios, cuadernos varios de notas, otros blogs, o mismamente spypnics). Ha sido un trabajo terrible (pasan del millar)  pero puedo decir orgullosamente que lo he acabado y que espero que me sirva para algo. Para no repetirme al menos, o para saber qué peñículas ya he visto y no meter la pata dos veces en el mismo charco.

Y ya puestos a no poner orden en las películas dentro del blog, tampoco creo necesario poner orden alguno a las demás cosillas que voy dejando casi cada día por aquí. Dicho de otro modo, al final tengo que acabar por aceptar que un blog no es otra cosa que un pequeño diario, un fragmento abierto del diario de su redactor.

Es dicir, que en vez de sPyP, sPyPnic o sPyPcin, lo mismo acabo llamándolo sPyPmi.