martes, 6 de mayo de 2025

EL OSCARGUTÁN

 


Valladolid y Burgos andan siempre a la greña sobre su protagonismo en Castilla la Vieja, por lo que no es de extrañar que al audaz golpe propagandístico de Burgos con  el homínido de Atapauerca haya respondido Valladolid sacando a pasear por España a un personaje anterior al propio neanderthal que la propia ciudad había tenido ....de alcalde (!!!!). ¿Eso votaron los vallisoletanos?

Colocado en el puesto de los grandes contratos de dineros del Estado, es decir, el que ocupaba el putero picador de Valencia, tiene los trenes de España y sus estaciones hechas un asco, porque su ocupación prioritaria parece ser la de organizar grupos de ataque en twitter a los esforzados ciudadanos de derechas que desde el anonimato tratan de organizar y dar cuerpo cultural a una oposición al poder socialista de la que son incapaces PP y VOX. 

Por lo que pude leer ayer en twitter, en los últimos días han dado caza a algunos de ellos, Capitán Bitcoin, el Liberal, Niña Mona, Harry el Sucio, etc. y es de temer que pronto caerán el Profesor Secundario y algunos otros a los que yo había dado a "seguir" ultimamente sin preocuparme mucho de su identidad. 

Yo no he sido partidario nunca del anonimato, pero tampoco de la heroicidad de jugarse la vida luchando contra poderes muy superiores en número y fuerza. Ahora bien, el fenómeno nuevo en la historia no es el uso de los pseudónimos para ensanchar la libertad de expresión, sino la lucha del poder por acabar con el recurso de la ocultación personal.

Si el anterior ministro de Obras Públicas pasará a la historia como el putero socialista con pinta de picador, al sucesor lo vamos a recordar en el spypnic como al último simio que usó su brutal aspecto para acallar al homo sapiens.   

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Por la noche, la reacción de uno de ellos: el Sr Liberal: 

Siempre he protegido mi privacidad en redes. No por miedo, sino por un instinto natural de autoprotección y responsabilidad hacia mi entorno y mi imagen profesional. En los últimos años, ser abiertamente de derechas o simplemente pensar diferente ha sido estigmatizado por el consenso progre, que ha impuesto una asfixiante corrección política.
Como escribió mi amigo y tuitero de éxito Capitán Bitcoin en su libro Disidencia Activa: “En España te pueden matar por llevar unos simples tirantes con la bandera de España”. Así es el odio de la izquierda por todo lo que representa a España, esa ha sido nuestra triste realidad.
Hace poco, fui brutalmente doxeado contra mi voluntad. Mi identidad, expuesta sin consentimiento. En lugar de esconderme, decidí dar un paso al frente. Ayer di mi primera entrevista pública, rompiendo el anonimato y contando cómo empezó este intento orquestado de la izquierda por arrebatarnos las redes con trampas y tácticas intimidatorias. Pero el viento está cambiando. Se siente.
Nosotros no somos como ellos. No defendemos intereses ocultos ni agendas opacas. Defendemos una idea de España basada en principios y valores que hacen al hombre más libre, más digno, más fuerte. No tenemos de qué avergonzarnos. Al contrario: es un orgullo.
Los primeros días fueron durísimos. El hostigamiento fue brutal, desproporcionado y perfectamente coordinado. Tácticas de la Stasi digital aplicadas en la España del siglo XXI. Y, aun así, no lograron su objetivo.
En lugar de rechazo, recibí un apoyo inmenso desde el primer minuto. De amigos, de desconocidos, de personas que nunca imaginé. De esta experiencia saco una lección poderosa y nuevas amistades que valoro profundamente. Gracias a todos.
A mí no me van a intimidar. Como dijo mi admirado WallStWolverine: “Solo cancelan al que se deja cancelar. Si no quieres que te cancelen, no te cancela ni Dios”. Y yo no me voy a dejar.
Somos demasiado grandes para caer. Tenemos la inteligencia, los recursos y las herramientas para devolver a España al camino de la sensatez. No lo haremos en silencio. No nos callarán. Gracias por estar ahí. Sigamos defendiendo la libertad, la verdad y nuestra idea de España. Juntos, somos imparables.