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El documental sobre Kurt Cobain realizado en 2006 por Aj Schnack no es una película brillante. Una par de entrevistas sobre su vida hechas a Kurt en el año anterior de su suicidio aparecen ilustradas por bellas imágenes de lo que fue su mundo, -Aberdeen, Olympia, Seattle, sus amigos, sus escenarios, etc.- con músicas de fondo muy buenas pero no de Nirvana que es lo que uno esperaría. La monotonía de la entrevista con la voz en off se hace insufrible y la película no acaba de cuajar.
Yo recuerdo perfectamente la primera vez que oí "Smell like a teen spirit". Había cerrado una etapa de mi vida y trataba de abrir otra cuando me acercaba a los cuarenta. Me impresionó.
Pero este blog no trata de mí ni de cantantes sino de periodismo y política. Hacia el final del documental Kurt habla de los periodistas y dice:
"Son los seres vivientes más despreciables en la faz de la tierra. Son los más malvados y despreocupados. La gente más amargada que he visto. Apestan. No tengo ningún respeto por los periodistas. Mierda. Discúlpeme".
Subrayémoslo ahora con la autoridad que emana de su música:
El documental sobre Kurt Cobain realizado en 2006 por Aj Schnack no es una película brillante. Una par de entrevistas sobre su vida hechas a Kurt en el año anterior de su suicidio aparecen ilustradas por bellas imágenes de lo que fue su mundo, -Aberdeen, Olympia, Seattle, sus amigos, sus escenarios, etc.- con músicas de fondo muy buenas pero no de Nirvana que es lo que uno esperaría. La monotonía de la entrevista con la voz en off se hace insufrible y la película no acaba de cuajar.
Yo recuerdo perfectamente la primera vez que oí "Smell like a teen spirit". Había cerrado una etapa de mi vida y trataba de abrir otra cuando me acercaba a los cuarenta. Me impresionó.
Pero este blog no trata de mí ni de cantantes sino de periodismo y política. Hacia el final del documental Kurt habla de los periodistas y dice:
"Son los seres vivientes más despreciables en la faz de la tierra. Son los más malvados y despreocupados. La gente más amargada que he visto. Apestan. No tengo ningún respeto por los periodistas. Mierda. Discúlpeme".
Subrayémoslo ahora con la autoridad que emana de su música: