Otra vez la Yoli se hace con la cabecera de los cromos de la semana. Líder mundial no sé si será, pero campeona spypblog, ya lo creo que sí. Y otra vez yo, sin apuntar los nombres de los creadores de los cromos.... grrrr. Última vez, lo prometo. Esta pintura de España se merece un Goya (no de los de cine, no, sino de los de Historia de España). Ignacio Ruiz Quintano le dedicaba una columna en el periódico donde escribe o un artículo en su blog, que es donde yo le leo. Aquí. Por otra parte, el ingenio patrio nos accionaba, una vez más, la válvula de la risa:
La venida de Sánchez por la avenida del Ebro y unos vídeos de la hemeroteca, le obligaron a venir a Alfaro sonde apenas se bajó del coche ocho minutos, suficientes para escenificar con otros mandarines socialistas locales esa especie de cadeneta del Séptimo Sello que otro fotógrafo local (¡ayyyy, los nombres Juan!) elevó a la categoría de cromo inmortal.
Cromo sin sonido. De lo contrario nos hubiéramos enterado quién ha aprendido antes la lengua del otro. Si Urkullu el catalán, o Aragonés el vascuence. Porque lo que está claro es que no pueden hablar en charnego o maketo. Quizás hablaron por señas. Y hablando de enseñas: ya que los catalanes tienen dos banderas, los vascos tendrían ya que inventarse otra, porque la ikurriña ha quedado amortizada con la autonomía ¿no?
El último cromo de esta semana que da paso a la de navidad, es la Feliz Vida que nos desea la Policía Local de Logroño. Sobre todo si vas en coche. Cuando los funcionarios entran en política, ay, es que las libertades se han acabado. Y si lo hacen con un dibujo tan rancio (el dibujante se merece también que sepamos su nombre) y una estrella tan ingeniosa (premio diseño riojano 2021), apaga y vámonos.
Viva Internet (que es lo que nos queda). Y Feliz Navidad (que este año, al decirlo así, hacemos la revolución).
