Si viviera en Madrid y la entrada no costara más de 10 euros, no me importaría ir a la sala Riviera el próximo 15 de febrero a oír un rato a los SIMPLE MINDS. Pero como ambas circunstancias no se dan, aprovecho la ocasión para decir con estas frases condicionales que son un grupo que no me interesa especialmente y que por lo que sé y he oído por ahí, para mí representan el bajón que dio la música joven (o sea, la música, porque si no es joven no es música) en la década de los ochenta.
Como se puede rastrear en los vídeos iniciales del grupo, a finales de los setenta y comienzos de los ochenta, no se acabaron de creer el punk, cantaban con sus dejes pero miraban hacia otra parte. Y esa otra parte fue, como dice la wiki (copy and paste), el New Wave, New Romantic, Experimentalismo, Electrónica, Rock Sinfónico..., o sea, una empanada. Yo en aquellos años pensé que grupos como U2 o FRANKIE GOES TO HOLLYWOOD iban a ser la caña, pero ya sabéis que me dio por otras cañas (las del saxofón o la dulzaina) y años después esta música me suena de lo más cargante. Rock de himnos he oído que le llaman.
Bueno, ya sabéis que no vivo en Madrid y no creo que la entrada cueste menos de 10 euros, así que os dejo con un vídeo de MENTES SIMPLES/ chicos majos, años de abundancia, estadios llenos y todo muy bonito. Para quien fue joven en aquella década, era lo que había, y cuando lo recuerdan suelen decir que fue una década prodigiosa, la mejor (ja ja ja). Qué bonito es ser joven. Siempre dicen que es lo mejor. Pero ya veis que es una mentira podrida.
