Cada vez que pienso que Bob Dylan tenía 22 añitos cuando hizo este álbum, se me pone la carne de gallina. Me cambia todo el sentido del tiempo y de la experiencia.
Lo habré oído cientos de veces y no me cansa nunca. Generalmente suelo empezar a oírlo pasando de la primera canción, el famoso Blowing in the wind, porque es la segunda, Girl for North Country, la que me transporta a donde me gusta que me transporte la música. Al paraíso.
En ese viaje siempre he querido llevarme a alguien conmigo o haber sido llevado con todo el público de un concierto de Dylan en directo al que nunca he asistido, pero en estos tiempos mayormente escuchamos la música en la soledad de los auriculares.
Aunque sea así, voy a pensar mucho en todos vosotros cuando esta semana lo escuchemos juntos. No lo oigáis de cualquier manera. Escuchadlo conmigo dejando todo lo que estéis haciendo.
Don´t think twice. It´s all right.
(En la versión que os pongo por DB, Girl for North Country tiene un defectillo propio de CD justo cuando acaba la canción. No es muy molesto y puede quedar como la marca de la casa).