Giro sorpresa de los acontecimientos: el mundo no se va a ir al garete por la tecnificación acelerada, sino porque al paso que vamos en el descrédito de la educación y el estudio, nadie va a saber cómo diablos se manejan las máquinas que han puesto al mundo como una moto.
Más sorprendente aún es que nuestro don José Ortega y Gasset ya hubiera avisado hace más de medio siglo:
«Si una generación dejase de estudiar, la humanidad actual, en sus nueve décimas partes, moriría fulminantemente. El número de hombres que hoy viven solo pueden subsistir merced a la técnica superior de aprovechamiento del planeta que las ciencias hacen posible. Las técnicas se pueden enseñar mecánicamente. Pero las técnicas viven del saber, y si éste no se puede enseñar, llegará una hora en que también las técnicas sucumbirán»
Pero claro, como tampoco nadie lee, pues da lo mismo avisar que no.
Más que parar la moto, Obama quiere que al menos la pilote gente de su país (como cuando lo de Hiroshima), y ha pedido por segunda vez al Congreso dinero para ello.
Pero desde que pongo música buena en este blog, los del Congreso están todo el día con los auriculares puestos oyendo el iPod y lo mismo le vuelven a decir que no.
Vaya, que nos vamos al garete, con pilotos americanos o con alemanes. La duda está en si las nueve décimas partes o las diez enteras. Si gana la primera opción, vaya un saludo cordial desde aquí y desde ahora, a los que se salven.
(Y mi agradecimiento a Luis Xumini por la cita)