Iupiiii, cine tres*** estrellas. Digo bien, no película tres*** estrellas, sino cine tres*** estrellas. Porque la película es una tontada, pero la maquinaria cinematográfica que la ha hecho es de lo mejor de lo mejor. Puro goce escena tras escena. Risas, inteligencia, glamour washingtoniano, risas, sordidez washingtoniana, risas, jrandísimos actores y más risas. Washington es la ciudad más subrealista del mundo.
No me quiero hacer el entendido pero digo yo si la gran comedia cinematográfica no habrá heredado ya algo de las divertidísimas series televisivas. No sé, ese ritmo de escenas cortas como anuncios en las que acabas riéndote a carcajada limpia de ver a Brad Pitt de pardillo o a George Clooney de buscacoños.
John Malkovich está que se sale,
pero mi personaje favorito de la película es el jefe de la CIA, Donnald Suntherland ja ja ja. Me encanta su despacho, su mirada caramelo, y sus reacciones tan cínicas. Está inmenso.
Estos tíos, los HERMANOS COEN, son unos gamberros, pero en verdad que tiene su mérito ser tan gamberros y llegar a lo más alto del cine mundial.
Pena que no hayan puesto una diosa para que también saliera yo enamorado... (hubiera tenido que inventar la calificación ***+). En la siguiente.