SPypmaster está de vacaciones y no quiere saber durante un tiempo ni de
periodismo ni de política, pero eso no quita para cumplir con
mi álbum semanal. Para la música no hay vacaciones. Aunque un poco vago sí
que estoy y hoy me quedo donde estaba,
es decir, en los Rolling Stones. Un año después de esa mezcolanza de soul,
rock, blues, gamberradas y maravillas varias que os puse le semana pasada,
cuentan las crónicas (o sea, las webs wenas) que sus Majestades Satánicas se fueron a la Costa Azul, se
montaron una casa-estudio y entre fiestas y colocones grabaron este doble álbum
que seguramente sea su más sólida y coherente serie de estupendas canciones. Y si no lo es, a mí me lo parece, porque si la memoria no me falla, fue el único álbum de los Rolling que tuve en
mis manos y que escuche en su tiempo una y otra vez.
Hablemos de ese tiempo, porque EXILE ON MAIN STREET es de
1972, es decir, tres añitos después de que los Beatles hicieran plof. ¿A qué
cuento venía entonces la famosa rivalidad entre Beatles y Rolling? Melonadas de
la prensa, seguramente… pero, ah, perdón, había dicho que estaba de vacaciones
y que no iba a tratar de los melones. En el 72 el rock progresivo ya era
mayorcito y asomaban la patita todos los de la new wave. Pero los Rolling eran más Rolling que nunca.
Sin los Beatles en escena. Bueno, que da igual. Que eso son chorradas de periodistas para la publicidad. EXILE ON MAIN STREET es un álbum
maravilloso y os invito a oírlo tantas veces como lo he hecho yo, porque no
se acaba nunca. En el sPyPdB amigos.