Ya había cerrado los ojos un par de veces y seguramente se me había escapado también algún ronquido cuando vi que aún faltaban cuarenta minutos para que acabara. Y como la presidenta del sPyPcin hacía lo propio, me dije: "hasta aquí hemos llegado". El cine, así llamado, experimental, no es para mí ( para nosotros). Digo "así llamado" por decir alguna cosa: blanco y negro, flou, o grano, referencias subrealistas, expresionistas, a cine antiguo, y todo con unos personajes sin pies ni cabeza y un insoportable concurso de canciones tristes interrumpidas por un horrible timbre grrrrrrrrrr (que me despertaba, ah) luchando dos a dos.
El artistor de este engender es un canadiense de Winnipeg donde veo que en este mismo momento (1 de marzo del 2014, 20:51 hora Greenwich) están a -28ºC. Para congelar el bacalao estará bien, pero tanto frío creo yo que no es bueno. Los entendidos dicen que es un director de culto. Aparte de las pestañas, a mí se me cae también la t de culto y a su celebrada THE SADDEST MUSIC IN THE WORLD le pongo un cero sPyPcin como un culto (pero sin t). Y a borrarla del disco duro.