Teníamos curiosidad por conocer el cine de STEVE BUSCEMI, ese actor icono del cine independiente al que le van de maravilla los papeles secundarios de perdedor; y como teníamos en el almacén tres de las cuatro películas que ha realizado como director, empezamos por la primera, TREES LOUNGE (1996), de la que sólo sabíamos que "había sido bien recibida por al crítica".
Yo, sin embargo, no la recibí muy bien, porque en la primera media hora de TREES LOUNGE, STEVE BUSCEMI se dedica a retratarse a sí mismo como un perdedor, es decir, lo que ya sabíamos que hacía muy bien. Un perdedor solitario y borracho en un bar habitado por dos o tres perdedores borrachos más. Costumbrismo y topicazo de cine americano.
A pesar de los largos planos dedicados a las figuras de los dos o tres perdedores del bar, la película tiene un montaje bastante ágil y una música delicada de fondo que prometía pero que no acababa de dar. Parecía que la historia se iba a poner en marcha cuando aparece por el bar una guapa mujer buscando lío y Buscemi saca al viejo seductor que llevaba dentro, o cuando vamos conociendo el entramado familiar y amoroso del propio Buscemi y de alguno de los personajes del bar, pero la cinta se estanca en la pintura y empiezan los bostezos (o algún ronquido incluso).
Pasada media película y en estado de resignación aparece por la pantalla, así, como quien no quiere la cosa, un ángel, CHLÖE SEVIGNY, que parece que va a ser un personaje secundario más, pero que casi sin darnos cuenta, se convierte en la estrella de la noche y en el núcleo de la breve historia de amor que requería tanta pintura previa. El viejo seductor y permanente fracasado encarnado por el actor, guionista y director Buscemi (ya le vale) cae en la red de esta "lolita" para... como era de esperar, cosechar un nuevo y último fracaso.
¿Una? ¿dos** estrellas sPyPcin? Creo recordar que en algún momento me inventé la calificación de una * y 1/2, y si no me la invento ahora. Porque aunque la peli se ve bien, dos** estrellas sPyPcin a comienzo de la temporada es mucho premio para tan débil y reiterativa película. No sé, quizás viéndola después de alguna mala racha le hubieran caído dos, pero así son los premios de caprichosos.
Buscando por la red algún fotograma bonito me encuentro con la carátula de la versión alemana, que me gusta mucho más, porque la imagen de Chlöe Sevigny se come a Steve Buscemi (con tomate y patatas fritas)
¿Será Buscemi uno de esos grandes directores capaces de inmolarse personalmente en su propio personaje para crear a cambio nuevas diosas sPyPcin? No estaría nada mal. De momento CHLÖE SEVIGNY ya está en el CIELO SPYPCIN, y mejor verla ahí que en las fotos de 17 años después donde..., ufff, está feísima.
