El Viernes Santo por la noche, después de darnos un paseo por el monte tan agradable o más que el del día anterior (...que ya contaré en MONTES), vimos TRES ESTACIONES (1999). Y cuando acabamos de verla me dije: qué bien, sin movernos del pueblo, ayer en Bath, comienzos del XIX, y hoy en el Vietnam de postguerra. Es lo que tiene el cine... de..., digamos, "ambientación", que viajas mucho con poco gasto y sin necesidad de currarte el google earth o aguantar los pelmazos documentales de la televisión. E igual que con PERSUASION, puedo decir que me gustó, aunque eso tenga más que ver con las condiciones en que la vi que con el valor de la película.
Ahora que me doy cuenta, la diferencia entre estas notas de blog y la crítica de cine es que aquí hablo de mí y no de cine. O mejor dicho, hablo de las circunstancias en que veo las películas y lo importante que eso es para decir si son buenas o malas. Pasa como con la música: hay momentos del día para oír a METALLICA y hay otros para oír a JONATHAN BYRD. Y si te equivocas, la culpa no la tienen ni Metallica ni Byrd.
Dejo cuatro líneas del post para decir algo de la película. Es muy bonita, pero las cuatro historias paralelas que se van contando en ella ni se cruzan ni son historias, con lo que no hay película. Hay un modo de narrar, una lentitud asiática y ceremonial que es muy hermosa en algunos pasajes de la historia de amor entre el taxista y la prostituta pero que acaba por cargar cuando se repite tanto la imagen de postal de las recogedoras de flores de loto. En cuanto a la historia del niño pobre, se agradece que la película no se recree en el morbo, pero al final acaba por ser naif o cursi o sin sentido.
Lo dicho, que sea comoViernes Santo, que hayáis pasado la tarde de paseo, que se esté bien en casa al fuego de la lumbre, que no tengáis sueño y que os apetezca ver mundo. No creo que los miembros del Jurado que le dieron el Premio en Sundance 1999 estuvieran en esas condiciones, pero ahí está la diferencia: que los miembros de los Jurados no tienen blogs ni dicen por qué les gustó tanto esta película para darle el Premio. Igual es que las otras eran peores.
De todos modos, En una cosa creo que coincidimos los del Jurado y yo: que a ninguno nos costó un pavo ver la peli. Y eso también influye, qué carajo. Si hubiera tenido que pagar catorce pavos, mi opinión seguro que era otra. O dicho de otro modo: que en vez de estrellas podríamos dar euros a las pelis. Bueno, pues vaya un par de euros nuestros para el equipo dirigido por Tony Bui, que al cambio con la moneda vietnamita, lo mismo les sale más de catorce. Y todos contentos.