¿Se puede hacer el comentario de una película en la que uno se ha dormido? En un periódico serio (lo de serio es un decir) supongo que no, pero en un blog sin pretensiones ¿por qué no? Además, con decir que uno se ha dormido ya se dice mucho ¿no?
No me acuerdo cuando me dormí (uno no se acuerda de esas cosas) pero en algún momento debí de pensar, bah, si me duermo no me pierdo nada. Y zzzzzzzzzzzzzzzz. Lo que me maravilla es que no me durmiera en los primeros diez minutos cuando todo transcurre de noche y en blanco en negro, o sea, que es como si hubieras cerrado los ojos y estuvieras oyendo la televisión del vecino francés. Porque eso sí, la vimos en francés, con lo que deduzco que me debí de dormir por vista cansada, porque como en las películas de los franceses no paran de hablar, tú, que no sabes francés, te jartas de leer y el efecto somnífero del cine plumbífero se acrecienta muchífero.
Eso sí, tuve la suerte de estar despierto cuando aparecen dos teticas, que para una película de 1960 no está nada mal. Sobre todo si Truffaut la adorna con la gracieta de Charles Aznavour que le dice a ella que en el cine las chicas siempre salen con las tetas tapadas cuando están en la cama ja ja ja:
Otra escena que vi hacia el final es una en la que uno le dice a otro: "que se muera mi madre si eso esto no es verdad", acto seguido se ve a una anciana caerse para atrás y sigue la imagen donde estaba la acción principal. Un cachondo el Truffaut. Pero poco serio.
TIRAD AL PIANISTA parece cine amateur, pero no vale que se perdone con el argumento de que es una de las primeras películas de Truffaut porque ya antes había hecho LOS CUATROCIENTOS GOLPES. No sé, tendremos que volverla a ver (Los Cuatrocientos Golpes, no Tirad al Pianista) no sea que la tengamos sobrevalorada.