Es una película tan tontita que de no ser por su éxito de crítica y de público (en Francia ha sido todo un record de recaudación) no merecería la pena el comentario. Pero ya que querían que nos diera la risa (y no voy a negar que hay alguna tontada tan tonta que hasta me hizo reír) la voy a poner a la altura de PRETTY WOMAN, donde en vez de puta ponemos negrito guapo. Y a su lado, tanto me da que Richard Gere o un tetrapléjico, lo importante es que sea multimillonario y con jet para dar una vuelta.
Si rascase un poco más en los arquetipos de los personajes estoy seguro de que podría acusarla de racista, pero para eso tendría que cobrar por escribir, y como nadie me paga (o nadie me quiere comprar), lo único que digo es que a mí me carga, y mucho, el cine de negritos graciosos y de blancos tontolabas. De simplezas, vaya. Que hagan con eso series de televisión, pase, pero yo al cine le pido algo más. Bastante más, carajo, que para eso lo llaman Arte.