martes, 23 de noviembre de 2010

180. SEBASTOPOL

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Viajo ahora a Sebastopol de la mano de Mark Twain en un tostón de libro que empecé antes del verano y que tenía por ahí a medio leer. Me lo regaló Javier Fernández de Castro junto con el de Jenofonte (al que dediqué en su día un gran post) pero la diferencia es abismal. Twain viaja a Europa en un crucero por el Mediterráneo para americanos acomodados el año 1867, y va redactando una especie de diarios satíricos o crónicas de café tratando de alejarse lo más posible de la pedantería académica pero incurriendo no pocas veces en la pedantería del americano moderno que mira con desdén e ironía el mundo antiguo. Un libro curioso, claro está, cuya mayor virtud, creo yo, es que de vez en cuando te anima a colocar alguna ciudad olvidada en su sitio. Como por ejemplo, hoy, Sebastopol. Y de paso, a hacer una pequeña investigación con internet cuyo destino puede ser de lo más divertido, ya veréis.

Colocada Sebastopol en el mapa (arriba), antes en la URSS, ahora en Ukrania, y siempre en la punta occidental de la península de Crimea, lo más notable de la ciudad es su ensenada geográfica, así que nada como volar con Google Earth para verla:



La mitad de las fotos de Panoramio que van con GE muestran los barcos de guerra de la armada rusa, que por lo visto ha llegado a un acuerdo con Ukrania para seguir fondeando allí.

Cuando Twain visita Sebastopol se encuentra la ciudad en tal estado de ruinas que dice que en comparación con Pompeya, aún saldría ganando ésta. Y es que la ciudad fue el escenario de un tremendo asedio dentro de lo que fue la guerra de Crimea entre ingleses y rusos.

Y aquí llega lo divertido de mi pequeña investigación porque al encontrar una foto de un cuadro sobre el asedio de Sebastopol,



doy con la web de un pub rockero de Bilbao titulado "aprendiendo historia con Iron Maiden" ja ja ja. Y es que este famoso grupo de Heavy Metal dedicó una de sus canciones a los ingleses que perdieron estúpidamente la vida en aquella guerra por culpa de unos mandos bastante lerdos.

Solo por eso el pub Azzurro, muy cerca de la plaza Moyúa, se ha hecho merecedor de una visita y una copa en la siguiente visita a Bilbao.



Como el enlace a la canción de Iron Maiden que tienen en su post está caducado, lo pongo aquí. Dedicado a Sebastopol, Mark Twain, Javier Fernández de Castro, los rusos, los ingleses, los ucranianos, los dueños del bar Azzurro de Bilbao y, sobre todo, las sufridas lectoras de ente blog:

No lo hacen mal con las guitarras y la superbatería, pero son un poco cansinos estos Iron Maiden repitiendo mucho ciertos motivos y cadencias ¿no? Y eso que sólo la he oído una vez.

La vocación militar de la ensenada de Sebastopol hizo que la ciudad sufriera también un durísimo asedio del ejército alemán (1941) durante la Segunda Guerra Mundial que la dejó maltrecha y con los alrededores llenos de basuras bélicas (hay muchas fotos de tanques abandonados en la zona y hasta he dado con una noticia de que hace unos años tres hombres murieron por la explosión de una bomba enterrada que no estalló en su momento), pero esa es otra historia que no cabe en un post tan ligero como este.
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