miércoles, 8 de mayo de 2013

593. TAKING OFF *** (1971) MILOS FORMAN



Cuando me encontré a Linn Carlin en Faces me acordé de inmediato de Taking Off y la subí al cielo de Diosas Spypcin sin pensármelo dos veces. Y es que si después de más de cuarenta años sigues teniendo frescos en la memoria los recuerdos de una película, es que hay algo más que una película.

TAKING OFF es el más divertido retrato que yo recordaba del episodio de los hijos que se iban de casa en los años sesenta tras la música, las drogas y la libertad sexual, episodio con el que LOS BEATLES nos emocionaron mediante aquella deliciosa SHE'S LEAVING HOME incluida en el Sargento Peppers.



Pero vista con un poco más de perspectiva te das cuenta que la película no trata tanto de la hija que se va de casa como del desconcierto que vivió aquella generación de padres de los años sesenta. De ahí que las escenas más frescas sigan siendo las de las confidencias sexuales entre Linn Carlin y su amiga, o la de la partida de strip poker que conduce al final de la película.


Vista también con un poco más de perspectiva se entiende menos el fondo repetido de las pruebas de música para cantantes femeninas que atraviesan la película de principio a fin. En mi recuerdo yo creía que esas escenas solo estaban en el arranque, pero ahora me da que pesan más de la cuenta. Seguramente porque los castings de las televisiones repiten hasta la saciedad ese tipo de rituales de humillación por el éxito.

O sea, que vista con un poco más de perspectiva parece como si las chicas que querían irse de casa no tenían otra que la de hacerse cantantes de folk, lo que no tiene mucho sentido. Lo único que las diferenciaría de las que van a los concursos de la televisión es que ahora van acompañadas de sus entusiastas padres.

También llama la atención lo poco que se ha tenido en cuenta el mensaje didáctico que da la película respecto a las drogas: ¿quieren saber por qué las prueba su hijo? Pues probémoslas nosotros y dejémonos de cuentos.


Y es que lo que al fin y al cabo cuenta Forman es que los que necesitaban libertad y desinhibición para una mayor comunicación no eran los hijos, sino los padres.

Ante una película así uno se imagina que el director  fuera un hombre experimentado que lo supiera todo.


Pero qué caramba, el tiempo también ha corrido para Milos Forman y cuando hizo aquella película seguramente era más joven que como lo he encontrado en esta otra foto:


Digo yo que si no atas todos esos cabos, lo mismo no os parezca redonda, pero como para mí son moneda corriente, le seguiré dando mis tres*** estrellitas sPyPcin.

(PS: por cierto, el doblaje que traía la versión de Hawkmenblues era peor que de google translator.  Menos mal que casi nos los necesita, porque se entiende bastante bien en inglés; pero se agradecería que corrieran mejores traducciones por ahí, o versiones con los siempre excelentes doblajes españoles. Una película como TAKING OFF se los merece y de largo).