
Ahora lo entendemos. La prensa gratuita, esa que tan generosamente nos la regalan en la calle y que está pagada por la publicidad capitalista dirige sus puyas hacia los derechistas que la pagan. Será que a los derechistas que la pagan no les importa que se metan un poco con ellos siempre y cuando den contento y alegría a los proletarios que se han ahorrado el gasto del periódico. Luego pasarán por caja... ja, ja.