JUEGO DE ESPEJOS es un programa musical de Radio Nacional dirigido y presentado por LUIS SUÑEN que consiste en la invitación/entrevista a un "personaje" que tiene que proporcionarle a cambio una lista personal de sus piezas favoritas de música clásica (con extensión al jazz). Una idea muy interesante, ciertamente.
LUIS SUÑEN es, a su vez, un gran personaje de la vida cultural española. Con decir que ha sido director de Alfaguara y Espasa Calpe, ya es bastante. Ahora dirige una revista musical, SCHERZO, y publica
en una web los artículos que redacta para dicha revista. Unos artículos escritos con una elegancia inusual (nada que ver con mi gamberrismo bloguero).
No tengo ni idea de cómo Luis Suñen supo de mi existencia ni por qué se interesó por alguien como yo, pero el caso es que en el otoño pasado me llamó DAVID PELAYO, el productor de su programa, para decir que me habían invitado a participar en el mismo. No me gusta el periodismo, ni salir en la radio ni la tele (más que nada porque soy muy torpe en mi vida social y en mi expresión inmediata) pero entre un poco de vanidad por el reconocimiento personal y otro poco por verme obligado a hacer una lista de mis piezas musicales favoritas, acepté encantado.
Hice entonces la lista y se la envié, pero por los ajetreos de agenda del otoño pasado no pude atender su invitación y ya creía que se habían olvidado de mí. Lástima que no hubiera sido así porque estoy seguro que mi lista quedó mucho mejor que el programa que finalmente grabamos ayer: hace una semana me volvieron a llamar y acordamos que haríamos el programa a distancia. Solo ante el micrófono estuve tan torpe como siempre, (ay de mí); pero bueno, por lo menos parte de la música que yo había programado sonó, aunque algunas de las versiones eran tan diferentes a las que yo tenía en la cabeza, especialmente el aria de Haendel, que mis anotaciones casi carecían de sentido y mis comentarios no consiguieron aclarar el asunto. Cuando esté el podcast
en la web del programa, ya pondré el enlace. Para abrir boca os dejo hoy la lista:
1 Adieu ces bons vins de Lannoys. Guillem Dufay.
La versión que yo tengo y seguramente la
más fácil de encontrar es la del NORTON ANTHOLOGY OF WESTERN MUSIC Vol 1, CD3.
Alude a vinos (Rioja, mi tierra) a pérdida
(adieu). Arranqué sus notas de las partituras mucho antes de escuchar cualquier
versión (y menos cantada).
2. Sinfonía 40 en Sol menor, K 550, primer
movimiento, molto alegro. W.A Mozart
Porque un arquitecto tiene predilección por
las sinfonías.
Porque fue la primera gran pieza musical
que escuché en mi vida, con 12 años
Porque sigue siendo perfecta
3. Est ist Volbrach. Pasión según san Juan. Joham Sebastian Bach
Hay una versión en youtube cantada por
Panito con Christopher Coin a la viola de gamba que es mi preferida. (La historia de cómo esta pieza llegó hasta mí está en
sPyP 168)
Pero vamos con las tres BBB, Bach, Beethoven,
Brahms
Aunque yo haga bromas, el hundimiento de la
arquitectura es un asunto muy serio, y la gran música se hace más grande cuando
se pone seria
4. Drei Equale für vier Posaunen, LV
Beethoven
Yo la tengo en una versión de Deutch
Grammophon de Musik für Bläser pero
también la descubrí antes de que pudiera oír cualquier otra versión en las partituras que nos pasó el profesor de trombón de Almoradí José Manuel Crespo. Es
impresionante. Se la tocamos un día mis hijas, mi mujer y yo con dos clarinetes y dos saxofones a Félix de Azúa en la casa que tenía en Llabiá y recuerdo que la escuchó con una atención (o devoción) fuera de lo normal. Beethoven la compuso por encargo para un sacerdote y se la tocaron a él en
su entierro. Ojalá pudieran tocarla en
el mío.
5. Va godendo vezzoso e bello. Serse. Act I Scene
3. Haendel
La descubrí también en la Anthology of
Western Music , Vol I CD5 y seguramente sea la versión más fácil de
localizar.
Hacemos un alto en la muerte para escuchar
al amor, o mejor, al sexo. Comparada con esta pieza, la famosa J’taime de Jane
Birkin es una cursilería.
6.
Primer movimiento de la Serenata n1 en Re mayor
op 11 de Johannes Brahms
Pasamos del gozo del sexo a la pasión del
romanticismo. Si tuviera que elegir un músico, mi preferido, como el de Borges,
sería Brahms. Supongo que es por algo personal, no sé. Podía haber puesto
cualquier pieza suya, cualquier movimiento de sus sinfonías o conciertos, el
quinteto de clarinete, muchos de sus lieder, pero como esta pieza me pilló en
un primer amor le tengo mucho cariño.
7. Musica Notturna delle strade di Madrid. Luigi
Bocherini
En un barco inglés persiguiendo a un
corsario francés suena una alegre música española compuesta por un italiano.
Nada como saltarse las fronteras. Bueno sí: borrarlas.
(Más razones en
sPyP 167)
8.
L’emigrant. Amadeo Vives.
Sólo he escuchado una versión encontrada en
youtube cantada por Montserrat Caballé.
Fue después de ver la obra de Boadella sobre Amadeo Vives. No se me
ocurre mejor calmante para esas dos tragedias que estamos viviendo en este
final de verano: el de la deriva de Cataluña y el de la emigración.
(Más historias sobre Amadeu en
sPyP 193)
9.
On
the sunny side of the Street. A poder ser alguna versión de Louis
Amstrong
Me dijo Diego Pelayo que podía tomar al
Jazz por Clásica, y no me resisto a poner esta bellísima y alegre canción que
habla de la ciudad, de la calle, y del lado soleado de la misma.
10.
Life
in a glasshouse. Corte n 11 del álbum Amnesiac 2001, Radiohead
A la música clásica o seria de nuestros días
se le llama (o llamaba) contemporánea, pero soy incapaz de reconocer una sola pieza de
ese tipo de música para cerrar esta playlist personal con algo del siglo XXI.
Le pregunté a Diego si podía poner algo de rock progresivo y pensé en mis
celebrados King Crimson. Pero por aquello de entroncar con el jazz y la música seria o fúnebre, he pensado
que mejor recurrir a una pieza de
Radiohead que entronca con las marchas fúnebres del jazz que tanto me gustan
(el St James Infirmary sería mi favorita). Tratándose de música seria no hago
diferencias entre una marcha fúnebre del XIX y esta extraña canción de
comienzos del XXI con un título que da escalofríos: "la vida en una casa de cristal"; nuestra vida. A ver si queda tiempo y la podemos poner.